Top Spin 4, guía completa - Aprendiendo a jugar

En este apartado aprenderemos a jugar, cuándo darle a la bola y la importancia de la sincronización. Para empezar, e independientemente del tipo de jugador que hayamos escogido, hemos de tener en cuenta que existen tres tipos de golpes: liftado, en el que la bola gana mayor efecto en pos de perder algo de velocidad; plano, en el que la raqueta impacta justo en el centro de la raqueta con total firmeza, obteniendo gran velocidad, aunque generalmente menos ángulo; y cortada, donde frenamos el avance de la bola para que ésta pierda velocidad al rebotar contra la superficie.

Luego está el globo, que emplearemos cuando juguemos contra un adversario que insista en el saque y volea, de los que por cierto nos cansaremos de ver en las primeras etapas de la partida en el Modo Carrera. Luego hay algunos jugadores de Circuito que se prodigan en este estilo, más vistoso aunque menos efectivo cuando se emplea frente a un tenista que tenga algo de versatilidad en su juego.

Es fundamental entender las lecciones que aprendemos en la Academia Top Spin para poder ser jugadores que no sean planos en cuanto al estilo de juego, lo que en última instancia siempre nos perjudica tanto en Internet como disputando partidos frente a la CPU.

Uno de los fundamentos del tenis es no perder nunca de vista el momento en el que la pelota rebota contra el pavimento. En función del lugar y de la velocidad, el tenista deberá situarse de una forma u otra, para luego realizar el resto (o el ataque si viene de resto previo). Este movimiento debería garantizar una posición ventajosa para cambiar la dirección de la bola, siendo aconsejable no repetir nunca más de tres tiros en la misma dirección.

Si realizamos tres reveses en un intercambio de puntos damos al adversario la opción de poder sorprendernos con un golpe duro y seco hacia el lado contrario, con una subida a red o similares. Top Spin 4 sigue las reglas del tenis real, por lo que poco se puede añadir en este sentido sin caer en las clásicas convenciones de toda la vida, aunque nunca viene mal refrescar conceptos importantes.

Por ejemplo, la utilidad de una bola cortada cuando estamos contra las cuerdas, la utilidad de un golpe plano cuando queremos atacar sin dudarlo un segundo, o el dinamismo que un golpe liftado puede tener en jugadores como Nadal, acostumbrados a pegar con fuerza aunque sin tanta colocación.

De los dos tipos de golpeo que existen (potencia y control), el primero se debe emplear en intercambios, mientras que el segundo para definir un tiro más complicado.

Hemos de tener en cuenta que el tenista, por defecto, lanza la bola siempre a media pista. Este es el punto que hemos de emplear como referencia a la hora de centrar nuestra posición en la pantalla. El stick, en su posición original, simboliza el centro de la pista: de ahí en adelante, cada movimiento que le imprimamos antes de golpear la vida representará una oscilación de la pelota hacia izquierda o derecha, atrás o adelante.

Debemos asumir que, como en todo deporte, asumir riesgos forma parte de la diversión. Si nuestro estilo se basa en golpes potentes, no nos queda otro remedio que planificar con algo de antelación los movimientos del rival, especialmente si somos del tipo defensivo. Un buen golpe cruzado a media pista, totalmente diagonal (el característico de Federer) sólo se consigue buscando el golpe perfecto y forzando el stick en esa dirección. Siempre y cuando seamos capaces de colocar el jugador en un buen lugar, la bola se mantendrá dentro del terreno de juego, evitando así perder puntos por errores no forzados.

Es ESENCIAL evitar esta clase de fallos, lo mismo que subir a la red de forma intermitente y sin sentido. Esto es muy habitual verlo en Internet y nos conviene evitarlo a toda costa: limitemos las subidas a momentos en los que claramente nos beneficie (cuando un oponente llega forzado a la bola). Correr este riesgo es esencial para motivar la moral de nuestro jugador, que será cada vez más eficaz al dar varios golpes perfectos. La moral ha desaparecido pero sigue siendo parte esencial en la tónica que siguen los jugadores en función de la cantidad de puntos que anoten… o de los que les anote otro.

Existen dos estilos de saque y tres variantes: uno manual (con el stick analógico) en el que tenemos total precisión para realizar el estilo de saque que mejor nos convenga y otro semi-asistido en el que hemos de pulsar un botón para realizar el efecto. Los saques planos suelen ser los más efectivos cuando buscamos línea, buscando siempre darle a la bola cuando alcanza el tope de su recorrido.

No malgastemos saques: es imprescindible jugárnosla con el primero para conseguir una mínima ventaja, por lo que es conveniente arriesgarse sin miedo a tener que emplear un segundo en caso de que el tiro salga por la culata. Es muy frecuente ver cómo un contrincante nos mete varios puntos con el resto sin apenas despeinarse, así que aboguemos por esta práctica: no tenemos nada que perder.