Miedo a la oscuridad

Item: Amnesia: The Dark Descent
Rating: 6

La nueva propuesta de Frictional Games nos lleva a un castillo del siglo XIX en el que estaremos solos rodeados de la más absoluta oscuridad. Un juego atípico en el que nos enfrentaremos a uno de los terrores primigenios de la humanidad mientras luchamos por no perder la cordura.

Ramón Méndez

Actualizado a 24 de abril de 2012 06:46 CEST

Frictional Games, es un estudio sueco de desarrollo, pequeño e independiente, que no posee todavía renombre ni grandes recursos para la creación de sus obras. Fundado en 2006, su primera apuesta fue la trilogía de Penumbra (dos capítulos y una expansión), la cual dejó muy buenas sensaciones a los usuarios que los disfrutaron. Generalmente, a los amantes de las buenas historias de tensión y terror, gracias a la excelente atmósfera y a la interesante presentación de la aventura. Su nueva propuesta, Amnesia, no se aleja demasiado de esas líneas, confirmando que Frictional Games quieren ahondar en el terror más real; no es de extrañar que el motor gráfico que han desarrollado se llame HPL en honor al afamado autor H.P. Lovecraft.

Así pues, Amnesia, aunque no tiene relación directa de ningún tipo, se considera como el sucesor espiritual de la franquicia Penumbra. Su objetivo está claro desde que, en la presentación del título nada más iniciarlo, se explica cómo se debe jugar a Amnesia (se recomienda apagar la luz, por ejemplo) y se dan consejos para que la aventura, muy particular en su planteamiento, no se haga excesivamente extraña y se acepte como lo que es. Sin embargo, no se puede negar que pese a tener buenas ideas y convertirse en una propuesta bastante original, Amnesia es un título enfocado a un público muy concreto, que desde el principio abrace su particular planteamiento. Es decir, no es un juego apto para todo tipo de usuarios.

Sin recuerdos
El jugador se pone en la piel de Daniel, un hombre que se despierta en un castillo oscuro sin recordar nada de su pasado. De hecho, ese nombre es de lo poco que recuerda, y se encuentra desolado y desesperado ante ese desconocimiento de sí mismo y las acuciantes preguntas de dónde se encuentra y por qué está allí. Pero hay otra cosa que recuerda, y es la agobiante sensación de que hay algo persiguiéndole, una sombra desconocida que va a por él. El argumento se irá desarrollando muy lentamente a través de notas y diarios, y tendremos varios flashbacks en los que conoceremos más del pasado del personaje, pero será mejor no profundizar en ellos para no desvelar las sorpresas que Amnesia tiene preparadas para el jugador.

Lo que sí, no se puede negar que el argumento recuerda, por momentos, a algunos pasajes del cuento de terror El intruso, escrito por H.P. Lovecraft precisamente, por lo que es más que seguro que ese relato sirvió como inspiración a Frictional Games a la hora de crear Amnesia. La ambientación nos sitúa en un castillo amplio y solitario, presuntamente en el siglo XIX y posiblemente de origen prusiano; la ausencia de personajes secundarios y la gran y agobiante presencia de la oscuridad dan forma a lo que será en gran medida el desarrollo de la aventura. Y es que esa ambientación será la principal protagonista de Amnesia, así como su valor más importante, por encima del argumento, de la acción o de los intereses del propio personaje.

Soledad total y absoluta
Tenemos ante nosotros un gigantesco castillo prusiano, de dimensiones tan gigantescas que por momentos puede llegar a resultar agobiante, ya que no dejaremos de dar vueltas en busca de un camino que podamos seguir. Ese será el principal objetivo del juego, explorar el entorno, todos y cada uno de los recovecos del castillo, para conseguir avanzar, ya que el escenario no estará abierto y disponible para que accedamos libremente a donde queramos: habrá zonas del castillo que estarán derruidas, con escombros que nos taparán el paso, puertas cerradas, pasadizos laberínticos de gran complejidad Si queremos avanzar, nos veremos en la obligación de explorar todo el entorno y encontrar las piezas que nos falten para completar un puzle clave para nuestro avance.

Y es que, a grandes rasgos, el juego podría considerarse una aventura gráfica de ambientación terrorífica, ya que al igual que en todos los títulos de dicho género deberemos encontrar objetos para poder realizar combinaciones y resolver puzles. Lo destacable es que, a diferencia de otros títulos, aquí los objetos no estarán precisamente cerca de aquello con lo que se podrán utilizar, y es muy posible que para abrir una puerta tengamos que ir a encontrar la llave a la otra punta del castillo sin saberlo. Tal vez para compensar la gran separación entre objeto y lugar de uso, los puzles son de resolución bastante sencilla, lógicos y coherentes, sin grandes enrevesamientos innecesarios.

Tampoco es que tengamos muchos enemigos a los que enfrentarnos. De hecho, estaremos completamente desarmados en todo momento, y es muy extraño que nos encontremos a criaturas enemigas contra las cuales tengamos que tener cuidado. Dado que no tendremos medios para defendernos de esas contadas amenazas, será crucial dominar el entorno y conseguir escondernos aprovechando las sombras. Un enfrentamiento, de cualquier tipo, no nos conviene ya que nos veríamos irremediablemente destinados a una muerte lenta y dolorosa (y dado que el juego carece de opción de guardado rápido, os aseguramos que no querréis morir bajo ningún concepto). La rareza de encontrarse enemigos potencia el pánico y pavos que serán capaces de provocarnos estas criaturas.

Así pues, ante la ausencia de riesgo en forma de enemigos y la carencia de dificultad en los puzles, la exploración se verá acompañada por un elemento principal que se convierte en el mayor atractivo y el mayor riesgo del juego: la atmósfera oscura y opresiva. Entre la oscuridad y los sustos casi constantes, Daniel irá viendo cómo se pone en tela de juicio su cordura, ya que podrá irla perdiendo y, por tanto, el control será mucho más complicado. Para poder evitar que la oscuridad nos domine y acabe con nuestra cordura deberemos utilizar luces, en forma de velas o candiles. Estos elementos serán escasos y deberemos atesorarlos, además de saber usarlos con criterio, ya que la cordura perdida no se recuperará hasta resolver puzles o encontrar objetos concretos destinados a tal fin.

Apartado técnico
Técnicamente el juego es correcto, clara muestra de las limitaciones propias de un estudio pequeño como Frictional. No obstante, cumple bastante bien su cometido, y aunque los escenarios no son excesivamente variados y los elementos presentados en pantalla se suelen repetir con bastante asiduidad, consigue crear una excelente ambientación gracias al excelente trabajo de luces y sombras, planteadas desde el principio como el eje central de la aventura. Los modelados y los movimientos de la cámara son bastante buenos, y tenemos una interactividad bastante destacable, incluso durante secuencias de vídeo, que permite que el usuario se meta completamente en la piel de Daniel y comparta su tensión, su agobio y su desconcierto.

Ayuda también a este aspecto de crear una atmósfera y tensión agobiantes la ausencia de banda sonora. Eso sí, esta se ve compensada con los abundantes y cuidados efectos de sonido, creados para transmitir esa sensación de soledad en el castillo: oiremos la lluvia caer, el ruido de la madera al crujir, puertas que se abren y se cierran, el viento recorriendo los amplios pasillos, etcétera. En general, el apartado técnico, aunque podría dar más de sí, cumple con lo que se espera de él y tiene algunos momentos brillantes. Acompañado, además, de una buena jugabilidad, ya que el control con teclado y ratón se antoja suave, fluido y muy intuitivo. Una aventura larga y envolvente que se convierte en una interesante alternativa para los amantes del terror y los entornos agobiantes.

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.