God Hand, guía completa

Después de un vídeo que nos muestra a tres viejos conocidos, que fueron los culpables de que perdiéramos el brazo derecho original tan sólo por querer ayudar a un ciudadano, tendremos la ocasión de vengarnos. Estos jefes son un total de tres que irán atacando de uno en uno, de manera que deberemos organizar las 'municiones' para cuando nos falle la vitalidad, ya que una vez eliminadas todas las cajas, no tendremos posibilidad de encontrar más fruta y así recuperarnos de las tres luchas.

Primeramente deberemos eliminar al grandote de los cuernos. Como casi todo grandullón no tiene mucho intelecto pero sí fuerza. Éste nos atacará de dos formas. A distancia larga cogiendo ímpetu a como un toro (con mugido incluido). Deberemos esquivar en el último momento con un desplazamiento lateral para evitar ser corneados hacia el aire y el ataque a distancia corta que consistirá en golpearnos con sus dos mazos que tiene por manos en combinaciones de no mas de tres o cuatro golpes. Por tanto, para él es casi innecesario la utilización de especial o godhand. Sólo debemos limitarnos a esquivar sus ataques y aprovechar el momento de desconcentración para atacarle a corta distancia y volver a huir. Éste requerirá un poco de tiempo pero facilitaremos la tarea si vamos lanzándole las cajas a la cabeza para atontarle, como hay varias conseguiremos disminuirle bastante la vida con todas las cajas.

Si conseguimos no malgastar ningún especial y god hand mejor que mejor. El siguiente es un hombre alto y largo, el cual tiene un boomerang en la espalda que al lanzarlo descubre sus fuertes cuchillas, que utilizará cuando pretenda atacarnos a distancia larga. Para atacar en distancia corta deberemos vigilar más que con su combinación de golpes sus tres patadas bajas, que llegarán a atontarnos. Con éste es mejor mantener siempre la distancia corta y no dejarle nunca espacio para lanzar el boomerang ya que tiene ida y retroceso hacia él. Con él la mejor forma de eliminarlo es con el uso de especiales y el cobra twist después de una lluvia de golpes seguidos.