God of War - Trama del Juego

TRAMA DEL JUEGO: EL POR QUÉ DE TODO

Ten cuidado, lo que viene a continuación, contiene spoilers masivos del juego.

¿Por qué Kratos es blanco? ¿Cómo llegó a servir al dios de la guerra, Ares? Si no prestaste mucha atención a las secuencias, o si no se te da bien el inglés, aquí te va una explicación detallada de todas las secuencias donde se explica la historia de Kratos.

Kratos, como bien sabemos, fue un general espartano muy exitoso quien diezmó incontables ejércitos, hasta que se encontró con los bárbaros, población numerosa, increíblemente poderosa y, si se quiere, todavía mucho más brutal que los espartanos.

Los bárbaros ganaron la batalla, el general supremo estaba por contarle la cabeza a Kratos quien, en su desesperación, recurrió a una última jugada: pedir auxilio a Ares, el renegado y temido dios de la guerra.

Ares acudió en auxilio de Kratos, y lo salvó, acabando él mismo con todos los bárbaros, y, en el proceso, obsequiándole poderes a Kratos, con la intención de que éste cumpliera, a partir de ese día en adelante, con su voluntad sobre la tierra.

La voluntad de un ser brutal como Ares no podía ser más sencilla, en realidad: matar, matar, y seguir matando, pero con una variante: ahora Kratos no despedazaría sólo a guerreros, sino también a gente inocente, y eso incluía a mujeres, ancianos, y niños.

Ares estaba muy satisfecho con el desempeño de Kratos, por lo que su pútrida mente maquinó una idea, a raíz de un razonamiento:

"Kratos todavía no es el guerrero perfecto, porque siente amor en su corazón, amor por su esposa, y por su hija... si las elimino, entonces tendré al soldado definitivo"

Y así lo hizo, por medio de una maquinación: disfrazó mágicamente a la esposa y a la hija de Kratos, e hizo que él mismo las asesinara. Al darse cuenta de lo sucedido, Kratos casi se vuelve loco del dolor. Las blancas cenizas de sus seres queridos poblaron su cuerpo, convirtiéndolo en un espectro, para que así siempre recordara lo que había hecho.

En ese momento, Kratos se dio cuenta que su verdadero enemigo era el dios que no sólo lo tendría amarrado hasta el final de sus días, cuando ya no le fuera útil, sino aquél que, por medio de una artimaña, le arrebató a su familia.

Así mismo, Ares, furioso con su padre por rechazarlo, y dispuesto a demostrarle al Olimpo que él gobernaría la tierra, el mar, e inclusive el cielo del planeta, se dispuso a lanzar un ataque masivo sobre la capital del mundo conocido en la antigüedad: Atenas.