Destrucción para unos pocos.

¿Cómo definir Roadkill con pocas palabras? Fácil. Se trata de una mezcla entre la saga  Twisted Metal Black y la saga Grand Theft Auto.

Y viendo el éxito que han tenido ambas series a lo largo de los años parece lógico pensar que estamos ante un gran juego y no es así por pequeños detalles.Si bien es cierto que cogiendo lo mejor de cada juego puede salir  un título de lo más espectacular. Pero este Roadkill es una excepción. Lo que no se le puede negar es su diversión y jugabilidad.

La vida tras el apocalipsis nunca ha sido fácil. Las horas bandas callejeras se han apoderado de las ciudades, envenenamientos radioactivos están a la orden del día, increíbles mutantes aparecen por doquier fruto de la radiación... se acabó lo de broncearse en la piscina o salir con los colegas tras la bomba atómica. No pienses que RoadKill nada contracorriente porque después de que la plaga acabara con el 90 por ciento de la población mundial los únicos supervivientes decidan tomar las calles con el coche (con las ametralladoras montadas en la parte superior). Como ves, no tendrás mucho tiempo de tomar el sol...

El juego se centra en un tiempo postapocalíptico, donde cada ser humano campa a sus anchas por la tierra, con la idea de agruparse en clanes que, curiosamente, tratan de que todos sus componentes vistan y tengan la misma apariencia. Así las cosas no hay miedo a equivocarse en las misiones.

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El sistema físico de "cuerpos blandos", hace que al atropellar a los personajes que andan por las calles, puedan quedarse pegados al coche, a los edificios, pueden salir volando por el aire y aterrizar en postes y cables de teléfono, dejando un rastro de sangre en su camino o bien tiñendo nuestro parabrisas de rojo.

Con respecto a la física de los coches hay que decir que esta es un poco especial. Esto no es un simulador, para que nos vamos a engañar. Qué el vehículo gire de una forma poco real cuando derrapas o tiras de freno, o suba por pendientes laterales de una manera extraña no te debe de importar. Tienes otras cosas de las que preocuparte durante el juego.

Baste con decir que el vehículo tiene frenos de aire y controles de vuelo que permiten tener un control absoluto del coche durante los saltos que puede dar. Usando los nitros correspondientes se puede llegar a saltar muy lejos ya que el juego dispone de un buen número de rampas para ello. Si además usamos correctamente los controles de vuelo y el freno de aire, podemos aterrizar en plataformas más pequeñas.

Las ciudades son bastante amplias y para poder disfrutarlas a nuestro antojo tenemos un pequeño mapa en la esquina inferior izquierda que nos indica nuestra situación y la del siguiente objetivo, así como marca las calles y caminos que componen el escenario, aunque es completamente franqueable todo, menos los edificios.

En cuanto al modelado de los coches se trata de coches ficticios, acondicionados para portar las armas que usan. Sin embargo es en el modelado de los personajes donde el juego falla de manera más clara. Se trata de unos diseños, unas texturas y demás que nos parecen de hace unos cuantos años. Los vídeos de las escenas de corte tampoco ayudan mucho en ese sentido, pues se trata de unos vídeos de una calidad algo floja, como de un tiempo pasado, sin que te acaben de convencer por mucho que los veas.

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Y es que esos detalles hacen que el juego tenga una apariencia como de PSOne, en lugar de una pinta de juegazo PS2 que tira pa'trás.

Una moda que se está extendiendo desde los albores de la saga GTA es la de que cada juego basado en coches disponga de una banda sonora basada en emisoras de radio. Se trata de una idea muy bien acogida por los jugones y que en el caso de la mayoría de juegos han derivado en la salida al mercado de las bandas sonoras conteniendo las canciones de los respectivos juegos.

La lista de canciones la componen un buen puñado de temas de grandes grupos, como Blue Oyster Cult's, Rick Springfield's o Judas Priest, entre otros. La lista completa la tienes a continuación:

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No sólo de esta música vive el juego sino que se han creado unas canciones a cargo de un grupo llamado Fuzz Brothers. Vienen a completar un elenco de temas con unas canciones que no desentonan para nada a las demás.

Como en todos los casos las radios no sólo se limitan a poner música sino que también tiene su parte hablada por parte de los presentadores y Djs. La lástima es que las voces, tanto de estos radio comentaristas, como de todos los personajes (tanto en los videos como durante el juego) están sin doblar al castellano, y aunque dispongamos de los textos en castellano, pues no es lo mismo.

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Las explosiones, los disparos, los ruidos de los motores y el resto de sonidos especiales están resueltos de manera sencilla y limpia. Sin problemas en este apartado.

Evidentemente no es este un juego para todos los públicos. Ni su temática ni su desarrollo, pero sobre todo por su contenido gore y su lenguaje ofensivo (aunque sea en inglés).

Las dos cosas que hay que tener en cuenta para disfrutar de este juego son dos contadores. EL primero de ellos se trata de un contador de víctimas que según se llena cambia de nivel, pasando por varios estados, desde el principiante "lamer" hasta llegar a los más "honorables", como Psico-Killer o asesino en serie.

El segundo contador es un contador de disturbios, muy semejante al de delito que se ve en la saga GTA, y que sirve para meternos en vereda si desfasamos mucho en nuestras orgías de destrucción. Aparecerán unos "centinelas" para darnos caña, teniendo en cuenta que cuanto más alto sea el nivel que marca este contador más centinelas aparecerán y más difícil será escapar de ellos.

Que RoadKill es un juego basado en el combate con vehículos está claro desde que ves la caja, aunque tiene cosas para ser un poco más que eso.

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El modo para un jugador se basa en misiones. Además viene con un sistema de reputación. Según como se nos dé ir por ahí matando gente, destruyendo coches y asesinando a los miembros de las bandas rivales, se gana experiencia. A medida que ganas experiencia, se gana en títulos, habilidades y seguidores. Y cuantos más seguidores, acabas convirtiéndote en el jefe de tu propia banda.

Tenemos tres ciudades para recorrer con las misiones y diez niveles de combate en las fases multijugador. Tenemos un colega de aventuras, Spike, el cual se encarga de disparar el arma del vehículo. En algunas misiones específicas, se cambian los roles y nos encargaremos del arma mientras Spike conduce el coche. También es una opción de la modalidad multijugador.

Las misiones son de lo más variadas y van desde hacerse un circuito por la ciudad pasando por ciertos puntos de control hasta eliminar al jefe de la banda rival de turno. La sorpresa viene cuando te das cuenta que hay misiones que puedes llevar a cabo sin pegar un sólo tiro, y otras en las que el más mínimo disparo convierte la calle en una ensalada de balas, que salen de todos los lados y que no acabará hasta que uno de los contendientes caiga.

Eso es algo a tener muy en cuenta, el hecho de que los rivales parece que van a su bola, pero en cuanto la toman contigo no te sueltan ni para comer. Y es que son unos chicos muy persistentes que usarán todos sus métodos para tratar de hacer su trabajo, que no es otro que impedir el tuyo.

El modo multijugador es que alarga la vida del juego de manera considerable, porque debido a su diversidad de escenarios para dicho modo, las partidas con colegas, a pantalla partida, dan un nuevo nivel de aprovechamiento de este título y crea verdaderas carnicerías sin fin. Incluso se pueden jugar partidas multijugador cooperativo con parejas de participantes en los que uno conduce y el otro dispara. Como en el cine.

Tenemos a nuestra disposición más de 70 coches, de los cuales más de 50 están preparados para el combate, lo que significa que puedes conducirlos. Además, tenemos más de 20 armas con las que "remodelar" nuestros vehículos, y también una amplia variedad de mejoras para hacerlos más potentes, resistentes, seguros, rápidos, etc. Todas estas mejoras y armas están distribuidas por el escenario de forma aleatoria, y podrán recogerse simplemente con pasar sobre ellas.

C o n c l u s i ó n

Inspirado en películas como Mad Max, la mezcla entre las sagas GTA y Twisted Metal Black se queda a medias por unos gráficos que no dan la talla. No obstante el frenesí destructor es bastante jugable y adictivo, sobre todo en los temas relacionados al modo multijugador.

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