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The Last Express

The Last Express

The Last Express - Munich-Viena

Unas gotitas de Cruise for a Corpse. Añádase unos toques de Laura Bow. Un dedo de Doom. Añádase esencia de Myst-Riven. Agítese en una coctelera. ¿Qué sale?

Actualizado a

MUNICH-VIENA

Se va al salón de fumadores y se sienta. Hay un escarabajo que da vueltas por su mesa y aprovecha para capturarlo con la caja de cerillas vacía. Primero aparecen la Wolf acompañada de Schmidt, luego Kronos con Kahina, y éste propone hacer un concierto, él al piano, ella al violín [que para eso es concertista] a las 15:00 en su vagón privado.

Por el pasillo habla con Schmidt, mosqueado por no haber visto todavía el parné, y le amenaza con bajarse del tren con las armas al llegar a Viena.

Resumen de la situación: hay que conseguir el dinero de Kronos, por lo que hay que obtener el pájaro de fuego. Lo habréis captado.

El niño francés está dando el coñazo con el silbato. Habla Robert con él ofreciéndole, tras mostrárselo dos veces, intercambiárselo por el escarabajo.

Alrededor de las 14:00 la pasajera francesa, madre del pequeño demonio, se queja del enorme perro que usa la Wolf para custodiar su compartimento al revisor. Éste habla con el jefe de tren, y justo antes de que la Wolf abandone su compartimento para preparar el concierto, alrededor de las 14:30, el revisor se lleva el perro para encerrarlo en el vagón de mercancías.

Desde las 14:23 puede Robert colarse en el compartimento E cuyas dos ocupantes han abandonado momentáneamente, y tras echar un vistazo al diario de la cursi inglesita, abre la ventana, se mete por ella y se introduce en el compartimento de Anna Wolf [ha quedado muy feo, ¿no?] una vez ésta se ha ido. Un registro rápido no revela ningún pájaro ni ningún huevo dorado, pero un examen del joyero muestra un botoncito que acciona un resorte que abre un compartimento secreto. En él hay una llave. La llave maestra que abre todos los cerrojos del tren, y cuya desaparición comentaron ante él dos empleados. Al inventario con ella. En el baúl, último cajón, encuentra una carta, por la que se da cuenta de que Wolf es una espía austríaca que vigila las actividades de Schmidt.

Tras salir por la puerta, el revisor le comunica a Robert que está invitado al concierto. Puede acudir o no, el juego no cambia por ello. Lo importante es salir una vez se queda dormido Robert por primera vez.

Con la llave puede ahora abrir todos los compartimentos. Sólo hay que distraer al revisor. A veces él tiene que salir a hacer un recado. Otras veces se puede estar en un compartimento, pulsar el timbre de aviso, y mientras se distrae contestando, entrar en otro compartimento. El método más elaborado consiste en que en cada estación con parada, el jefe de tren abandona su puesto en el vagón de mercancías, con lo que se puede alcanzar el principio del convoy [se ve la locomotora] y a la derecha liberar al chucho que está encerrado [hay que "usar" la reja de la puerta dos veces].

Distraído el revisor, se puede entrar en el compartimento de Schmidt y registrar sus cosas... otro que trabaja para su país mientras se forra... pero lo importante es entrar en el de Tatiana [B] entrar en el lavabo, mirar el compartimento debajo del mismo y abrirlo. Ya tiene Robert el huevo-pájaro de fuego. Se va con él a su compartimento, saliendo del lavabo por el compartimento A para escuchar las extrañas palabras del anciano aristócrata ruso. Allí tiene bajo la puerta la traducción de Tatiana de las palabras del pergamino. Hay que leerlo.

Ahora hay que observar el huevo. Hay que pulsar, en el orden que os digo, las piedras preciosas siguientes: trozo de tierra tocando la Antártida [gema verde], Inglaterra, Tibet, Isla de Pascua [oeste de Chile] y Jerusalén. Las pistas están en la traducción del pergamino. Se abre un orificio. Robert mete el dedo en él y toca el silbato. Menuda demostración.

Situación: ahora Robert quiere conseguir el dinero pero sin entregar el huevo. Primero pone el huevo en el baúl para deshacerse de él. Luego hay que ir, antes de que acabe el concierto (16:25h), al espacio entre vagones que hay entre el vagón restaurante y el de pasajeros numerado por letras, y abrir la puerta al exterior con ayuda de la llave maestra. Por la escalera se puede trepar hasta el techo del tren. Robert se da media vuelta y se dirige hacia la cola del convoy.

Encuentra un techo acristalado y lo rompe. Bajando hasta el suelo del vagón, hay que localizar un espacio entre el tapiz subido de tono y la especie de armario, en el cual hay un resorte. Este resorte, una vez pulsado, abre la caja fuerte y puede Robert llevarse el dinero... aunque para ello necesita salir por la puerta, pasando ante el atónito público del concierto y el iracundo, aunque disimule, Kronos.

Situación: si no le devuelve el dinero a Kronos su criada le rompe la crisma a Robert. Una vez concluido el concierto hay que mostrarle a Schmidt, en su compartimento [alrededor de las 16:45] el dinero. Hecho esto, y tras hablar con Kahina, Robert acude a ver a Kronos con el maletín y se lo devuelve. Milos queda complacido porque hay un espía que le advierte de que Robert le ha dado el dinero a Schmidt, pero no de que ya no tiene el dinero. Incluso se le puede visitar luego en su compartimento para tratar de averiguar más cosas sobre la muerte de Tyler.

Situación: ahora Kahina tratará de robar el huevo. No vale la pena esconderlo. Lo encuentra igualmente. En su lugar, Robert lo recoge y lo lleva encima.

A las 17:05 el jefe de tren sale de su cuchitril para informar a los pasajeros de que falta una hora para llegar a Viena.

Aprovecha Robert ese momento para visitar el vagón de mercancías... que ya no tiene el compartimento de carga cerrado. Decide investigar qué contienen los cajones de Schmidt... sólo para que la serbia amiga de Milos intente acuchillarle. Tras esquivar sus golpes, la señorita Wolf acude al rescate. Una vez concluidas las explicaciones, el tren llega a Viena.