Tom Brady no falla a su cita con los playoffs

El Año Nuevo trae siempre consigo un buen número de tradiciones: comerse las uvas, llevar una prenda roja, cumplir los propósitos establecidos... y ver a Tom Brady meterse en los playoffs de la NFL. Este domingo 1 de enero, los Tampa Bay Buccaneers del quarterback de 45 años confirmaron su presencia en la próxima postemporada, la cual arrancará dentro de dos semanas. No sin sufrimiento, Brady fue clave en el triunfo de los de Florida sobre los Carolina Panthers (30-24) para certificar el primer puesto de su equipo en la división NFC Sur y conseguir así el pase a playoffs. Es la 19ª vez en la carrera de Brady (quien ha disputado 21 temporadas completas) en las que su franquicia gana la división, y la 20ª en la que estará en las eliminatorias por el anillo (solo falló en 2002).

A diferencia de la gran mayoría de temporadas, en esta a Brady le ha tocado sufrir de lo lindo. Al encuentro frente a los Panthers llegaban con un récord por debajo del 50% (7 victorias y 8 derrotas), aunque les valía para ocupar el primer puesto de la NFC Sur, una división con resultados muy pobres este año y de la que se han aprovechado los Buccaneers, dado que el ganador de cada división (en las que hay cuatro equipos) se clasifica a playoffs independientemente del balance ganador. El año no ha sido sencillo para Brady, repleto de problemas tanto en el campo, donde le ha costado dirigir al ataque de los Bucs, como fuera de él, marcado sobre todo por su sonoro divorcio con Gisele Bündchen.

Intentando mantenerse ajeno a todo el ruido externo, Brady y los de Tampa Bay se jugaban frente a Carolina, que llegaba con un récord de 6-9, el primer puesto de la NFC Sur. Una derrota habría resultado fatal, dejando a la leyenda del fútbol americano al borde de perderse los playoffs por segunda vez en su historia. Y, a pesar del cartel de favoritos, los Buccaneers se vieron sorprendidos por los Panthers, que se colocaron rápidamente con ventaja de 0-14 y en el último cuarto llegaron a estar 10-21. Fue en ese momento crítico cuando Tom Brady desplegó, como casi siempre ha hecho, un juego clínico y excelso. Conectó dos veces en largo con Mike Evans, clave ayer con tres touchdown de recepción, y con un touchdown de carrera adelantó a su equipo de manera definitiva. Brady acabó este domingo con 432 yardas de pase (su mejor resultado esta temporada) y cuatro touchdown totales. De nuevo, en el momento de la verdad, el de California demostró ser el mejor de todos los tiempos.

“Lo hemos hecho por las malas. Estoy muy orgulloso del equipo, de los entrenadores, de la organización y de los fans. Vamos a por el 2023, no puedo esperar”, dijo el Tom en sus redes sociales tras el partido. A falta de una jornada, en la que los Buccaneers se enfrentarán a los Falcons en un intrascendente encuentro (más allá de que Brady se juega no acabar con más derrotas que victorias en una temporada por primera vez en su carrera), los de Florida ya tienen asegurado ser el cuarto cabeza de serie de la NFC (Conferencia Nacional) en los playoffs. Esto supone que la primera ronda, conocida como Wild Card, la jugarán en su estadio, y será frente al quinto cabeza de serie, el cual se decidirá este fin de semana entre los Philadelphia Eagles o los Dallas Cowboys.

Pese a las dudas, los Tampa Bay Buccaneers ya están ahí, de lleno en la pelea por el que sería el octavo anillo en la carrera de Tom Brady. Ya tiene siete Super Bowl, más que nadie en la historia (incluso más que cualquier franquicia), pero quiere más. Se retiró a principios de 2022, aunque decidió regresar a la NFL porque su hambre es inagotable. No lo tiene nada fácil, y es que su equipo ha dado muchas señas de debilidad esta campaña. Sin embargo, si de alguien no se puede dudar, es de Brady. A sus 45 años, y tras 23 temporadas en la NFL, sigue creciéndose ante la adversidad y apareciendo en el momento de la verdad. Le tocará hacerlo de nuevo dentro de dos semanas si quiere seguir agrandando su ya inmensa leyenda en el deporte.