Ona: “Habría sido madre antes, pero tuve temor a perder mi deporte”

Después de ser madre por segunda vez y de un año y medio de su última competición en los Juegos de Tokio, en agosto de 2021, Ona Carbonell sigue con sus entrenamientos, sus proyectos y su vida personal. La maternidad y el alto rendimiento eran incompatibles hasta hace pocos años, y la barcelonesa, que ahora reside en El Masnou, es una de las referentes en la reivindicación de la mujer y la obtención de nuevos recursos. Lo que Ona ha luchado en la piscina lo hace ahora por obtener más derechos para las madres deportistas. No solo su documental, traducido en múltiples países, es un ejemplo, o su nuevo trabajo en el Comité Olímpico Español (COE) para mejorar estas condiciones, por ejemplo para poner guarderías en los centros de alto rendimiento.

Ona habló claro en Sant Cugat, en la conferencia ‘Mujeres en el Deporte: la Maternidad’. “Ahora hay futbolistas, que es el deporte por referencia, que deciden ser madres porque les dan seguridad. Ahora tienen las herramientas para ser madres. Tener una estabilidad de tu entorno es básico para dar el paso. Habría sido madre antes pero tenía temor a perder mi deporte. Es lo mejor que me ha dado la vida. Tampoco todos tenemos que ser madres, hay una presión social por ello”, conversó Carbonell, muy segura del tema gracias a su experiencia personal, especialmente en todo el proceso antes de los Juegos de Tokio, donde Ona podría dar un máster de todo lo vivido.

“Cada una hace lo que puede. No hay que juzgar. Muchas compañeras tuvieron que retirarse. Ahora ya no. Tiene que ser natural ser deportista de elite y madre”, comentó Ona Carbonell, quien considera que la clave está en visibilizarlo: “Darlo a conocer es importantísimo. Las historias existen. Tenemos ejemplos como los de Allison Felix, Serena Williams. Han conseguido su mejor logro. Por eso hay ese miedo, hay más ayudas. No existen referentes a nivel maternidad”, comentó la nadadora de sincronizada, la que más medallas mundiales ha ganado (23).

Al margen de Ona, en el acto también participaron Anna Comet, atleta profesional de trail, y María Maném, de otra generación y presidente del Club Voleibol de Sant Cugat. La primera de ellas, que decidió ser madre “tarde”, logró el reto de participar en el Marathon de Sables justo después de su maternidad. “Cuando iba a competir, me decían: ¿con quién se queda? Pues con su padre. Hay que romper ese cliché, yo no tenía referentes. Te sientes culpable, no hay derecho que tengo esos sentimientos”, comentó la atleta. El segundo caso, el de Maném, fue diferente al no ser deportista sino directiva: “Yo me iba dos horas al club a hacer voluntariado y estaba menos con mis hijos, pero estaba un tiempo de calidad. ¿Por qué no se puede?”, reflexionó. Y Comet lanzó una pregunta al aire: “¿Por qué en los centros deportivos no hay ginecólogos?”.