Beterbiev, Smith y la posibilidad del indiscutido contra Bivol

Artur Beterbiev (17-0, 17 KO) es un monstruo. A sus 37 años, el ruso, residente en Canadá, es uno de los boxeadores mas temidos del momento. Eso no le ha permitido crecer lo que debería, ya que muchos han decidido evitarle. Beterbiev contó con una amplísima carrera amateur (estuvo en los Juegos de Pekín y Londres) y una vez que pasó al campo profesional ha ido haciendo destrozos a todos sus rivales. Ganó su primer Mundial (IBF del semipesado) en noviembre de 2017 y hasta octubre de 2019 no logró que otro campeón pelease contra él. Olek Gvozdyk aceptó el reto y acabó sin el Mundial WBC y retirado por el KO que le propinó. La pandemia le frenó, pero él solo quiere grandes rivales y este sábado, en el teatro del Madison Square Garden, volverá a tenerlo.

En la ‘Gran Manzana’ le espera el monarca WBO, Joe Smith Jr. (28-3, 22 KO). El estadounidense, de 32 años, no tiene el mismo cartel que el ruso, pero es un hombre tremendamente complicado… y experto en sorpresas. De hecho, tras perder ante Bivol en marzo de 2019, tuvo que rehacerse. Eleider Álvarez, que venía de ganar y después perder ante Kovalev, acabó noqueado por el de Long Island. Después le llegó el turno a Maxim Vlasov, otro favorito al que derrotó. Sabe que está en su momento mas álgido y quiere aprovecharlo. Por ello, se quitó el óxido en enero con una ‘pelea fácil’ y puso su mirada en Beterbiev. Tanto Smith como Beterbiev tienen claro el reto del ganador: Bivol. La victoria del ruso sobre Canelo Álvarez, quien de momento peleará contra Golovkin, abre la puerta a que el semipesado se unifique antes de acabar el año. Es lo que todos los fans queremos, pero primero hay que ver lo que ocurre el sábado.

El cartel de favorito es para Beterbiev, no hay duda. El ruso tiene una escuela muy marcada de su país. Cuenta con buena técnica, es duro y hace muchísimo daño. Su pegada es su principal arma, y es que pega mucho y bien. Nadie ha podido aguantarle un pleito completo. Smith, por tanto, debe evitar el cruce. Jugar en la distancia, tocar e irse, ese sería su plan perfecto, pero Beterbiev es experto en cerrar huecos y apretar. Obviamente, cuando dos campeones se enfrentan la balanza no puede estar muy nivelada de un lado, todo puede pasar, pero si Beterbiev es Beterbiev debería sumar otra víctima a su récord. La unificación sería la siguiente parada.