El abismo al que se enfrentan los jugadores de LIV Golf
El circuito saudí todavía no es reconocido por el ranking mundial de golf, por lo que sus jugadores irán cayendo progresivamente en la clasificación. Los majors, en peligro.
El cisma que ha provocado la irrupción de LIV Golf en el panorama de este deporte continúa repleto de incógnitas. Algunas, poco a poco, se van despejando, como la retirada de las tarjetas del PGA Tour a los miembros que desertan al circuito saudí. Otras las resuelven los propios golfistas, como Sergio García, que anunció que abandonaría el DP World Tour. Sin embargo, el futuro sigue siendo incierto para estos jugadores y todos los circuitos que componen la élite del golf.
En la actualidad, LIV Golf no es reconocido por el Official World Golf Ranking (OWGR), el organismo que se encarga de elaborar el ranking mundial del deporte. Por ello, no se reparte ni un solo punto para esta clasificación en los distintos eventos del circuito saudí. A esto, hay que sumarle que muchos de los golfistas de LIV están dejando de participar en torneos de otros circuitos en los que sí se reparten puntos para el ranking. Por tanto, mientras OWGR no reconozca oficialmente estos torneos, sus jugadores irán sufriendo una caída progresiva en la tabla, lo que les acarreará además otros problemas.
El usuario de Twitter @VC606, especializado en proyecciones de OWGR, publicó una predicción sobre la caída de las principales estrellas de LIV Golf en los próximos meses, asumiendo que no compiten en más eventos puntuables, una posibilidad muy real. Sergio García, ahora número 69 del mundo, acabaría el año por debajo del puesto número 130, y en marzo del año que viene habría desaparecido de las primeras 150 posiciones. Otros como Dustin Johnson, ahora mismo número 16 mundial (el más alto de LIV Golf), podría terminar el año fuera del top-50. Y otros grandes nombres como Bryson DeChambeau, Lee Westwood o Phil Mickelson podrían estar fuera del top-150 en menos de un año.
¿Qué supone esto para Sergio García y otros jugadores?
Esto puede traer varios problemas a los integrantes del circuito saudí. Hasta ahora, los tres majors que se han disputado desde el nacimiento de LIV Golf han permitido jugar a aquellos golfistas clasificados por méritos propios (Augusta es el único que falta por pronunciarse). Sin embargo, si caen en el ranking mundial, varios de ellos no cumplirán con los requisitos para estar en los grandes torneos.
En el caso de Sergio García, su victoria en el Masters de Augusta de 2017 le permite jugar este torneo de por vida, por lo que es el único major en el que tiene asegurada su presencia. Este año, sin embargo, ha finalizado la exención que le dio aquel triunfo, permitiéndole disputar todos los majors en los cinco próximos años. Por tanto, a partir de 2023, el de Borriol tendrá que ganarse estar en los otros tres grandes torneos. Y lo tendrá difícil. En el US Open, se clasifican los 60 mejores clasificados de OWGR, algo que no cumplirá. En el PGA Championship, acceden según la lista de ganancias del PGA Tour, en el cual no participará el español. Y el British Open, por último, también se guía por el OWGR. Existiendo otros criterios de clasificación, como el ganar torneos en circuitos reconocidos o registrar un buen resultado en el pasado major, se antoja muy difícil ver a Sergio de nuevo en un major que no sea el Masters de Augusta. “Jugaré menos, estaré más en casa, si no juego grandes, pues no los juego... Tampoco me importa mucho”, dijo García al acabar el pasado British Open.
Dustin Johnson, al igual que Sergio, podrá competir siempre en el Masters de Augusta (a no ser que el torneo se lo prohíba) al ser antiguo ganador. Y en el US Open, en el cual se impuso en 2016, podrá competir hasta 2026, pues aquí la exención es de una década. En este torneo también podrán estar Bryson DeChambeau hasta 2030 y Brooks Koepka hasta 2028 por sus pasados triunfos (este último también puede jugar el PGA Championship de por vida).
Más compleja, aunque con solución, es la situación de Eugenio López-Chacarra. El madrileño, que va a disputar la semana que viene en Bedminster su segundo torneo en LIV Golf, no tiene ranking en el OWGR. Esto se debe a que, hasta su adhesión al circuito saudí, Chacarra era amateur, por lo que no podía acceder a la clasificación mundial. Ahora, ya como profesional, no podrá estar en majors ni otros torneos relevantes al no cumplir con los requisitos de clasificación (a no ser que reciba una invitación). Sin embargo, cuando finalice su contrato con LIV, Chacarra podría explorar unirse al PGA Tour, donde no tendría vetada la entrada, y a partir de ahí comenzar a sumar puntos del ranking. Muchas incógnitas por despejar en el futuro.