El mejor Rahm reaparece tras casi un año de sequía
El vizcaíno se adjudica en México su séptima victoria en el PGA, la primera desde el US Open de 2021, y recupera las sensaciones de campeón.
Jon Rahm está de vuelta. O al menos su mejor versión. El vizcaíno consiguió este domingo, en el México Open, la séptima victoria de su carrera en el PGA, la 13ª entre ese circuito y el European Tour (ahora DP World Tour) y la 14ª si se cuenta el Hero World Challenge de 2018, torneo no oficial. Acaba así con una sequía de más de diez meses, los que han pasado desde que estrenó su cuenta en los majors con el US Open de 2021.
Si se ha hablado de mala racha últimamente es porque el vasco acostumbra a la excelencia, pero hay que contextualizar. Durante este periodo ha sido ocho veces top-10 en 13 apariciones. Solo le ha faltado rematar. Es cierto que por momentos ha ofrecido muy malas sensaciones, especialmente con el putter, y que ha cedido un número uno que sostuvo durante 36 semanas, pero la regularidad siempre ha estado ahí. Y eso ayuda a dibujar el perfil de élite absoluta que tiene: jugando por debajo de sus posibilidades es mejor que la inmensa mayoría de jugadores.
Su mejor golf tenía que volver y lo hizo en Puerto Vallarta, bajo palmeras caribeñas y un sol de justicia, en un campo que no es el mayor test del circuito pero que ayer azotó un viento notable. Aún así Rahmbo estaba en una de esas semanas en las que pocas cosas pueden desviarle del triunfo. No fue la semana de su vida desde el tee, aunque pegó largo, pero sí estuvo sólido en el approach y enseñó el gen ganador que le distingue. Salió en -15, con dos golpes de ventaja, y nunca bajó de la primera plaza pese a los esfuerzos de los estadounidenses Wu y Kitayama por desbancarle.
El único vaivén fue un bogey al décimo, pero llegaba con renta tras dos birdies seguidos en el 6 y el 7.Corrigió el error en el 14 y, con todos los perseguidores en casa club o muy lejos, jugó los cuatro últimos hoyos contra sí mismo. Le puso suspense con una mala salida en el 18 ("me compliqué en el último hoyo", reconoció). Pero se mantuvo "agresivo" y no falló. Porque vuelve a ser el de siempre. Un campeón.