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BOXEO

Fury revienta Wembley

Tyson Fury expone el Mundial WBC del peso pesado ante Dillian Whyte en Wembley ante 94.000 espectadores. El inglés es el gran referente de la división.

Tyson Fury y Dillian Whyte durante la rueda de prensa de presentación de su combate.
Reuters

Hace cinco años, Anthony Joshua se convirtió en el rey de los pesos pesados. Noqueó a Wladimir Klitschko en Wembley ante 90.000 almas y pasó a un escalón superior. Hoy en día, AJ no pasa su mejor momento, buscando rehacerse de su derrota ante Usyk, y otro inglés, Tyson Fury (31-0-1, 22 KO) tiene su trono. Solo le faltaba un 'palacio' y lo estrenará. En el mismo lugar que encumbró a Joshua, se enfrentará a Dillian Whyte (28-2, 19 KO). Más allá del combate, el envoltorio y el mensaje que quiere enviar es lo más llamativo. Una distribución diferente del ringsite, ayudado por una permisividad mayor de las autoridades (limitaron a 90.000 fans por motivos de seguridad), le permitirá pelear ante 94.000 fans, el evento con mayor afluencia en la historia del estadio. La era del 'Gipsy King' comenzó con sus dos KO's a Wilder (el último, en octubre de 2021), pero tendrá su puesta de largo este sábado en Londres.

El pleito en sí también tiene morbo, aunque Fury es muy favorito. Whyte, que solo ha perdido ante Joshua y Povetkin en su carrera, es campeón interino WBC y lleva años esperando esta oportunidad. Al fin le ha llegado su momento, pero a sus 34 quizá sea algo tarde. Su boxeo, tosco, se caracteriza por su pegada y por su arrojo... aunque en sus últimas apariciones ha generado dudas. Está claro el plan que buscará: una guerra para intentar que Fury no esté cómodo. El campeón, por el contrario, llega en el mejor momento de su carrera. A sus 33 años está más centrado que nunca y con un boxeo exquisito. Con 2,16 de envergadura (18 centímetros más que su oponente) no debería de tener problema para mantener la pelea en la larga distancia y desde ahí castigar a Whyte del mismo modo que hizo con Wilder.

Fuera de lo estrictamente deportivo, el duelo significa mucho para Fury. Durante toda la semana, gracias a su peculiar forma de ser, ha sido noticia. Todos los focos le apuntan y con los 94.000 tickets que ha logrado vender no dejará duda de ser el púgil más taquillero de la división. Sus ojos están puestos en unificar el peso pesado. La ecuación no depende de él. Anthony Joshua esperará hasta el 16 de julio a Olek Usyk. Si el campeón WBA, IBF y WBO no puede pelear con él antes de esa fecha, buscará otra opción. ¿Qué pasará con el ucraniano? Esa es la gran duda. Estar varios meses en el frente en su país le ha pasado factura física (ha perdido más de diez kilos) y es una incógnita saber cuál será su futuro cercano y la fecha en la que podrá competir. Tyson está atento a cómo evoluciona todo, pero antes debe ratificar su puesto con una victoria. Quiere ser la cara A de las negociaciones pese a tener solo uno de los cuatro cinturones... aunque ha dicho en la previa que se retirará tras el sábado. ¿Despiste? Con Fury todo puede ser. De momento, este sábado, estrena palacio. Wembley espera a su 'Gipsy King'.