Altuna-Martija remontan a Laso-Imaz en una final para la historia
El delantero de Aspe entra en el Olimpo de los Siete Magníficos tras alcanzar la Triple Corona. Partido épico con los protagonistas exhaustos y remontada de los colorados.
Altuna se ha unido a los Siete Magníficos, a ese Olimpo con la Triple Corona de la pelota a mano, esto es, los grandes torneos, el Manomanista, Cuatro y Medio, y Parejas: Retegi, Arretxe, Aimar, Irujo, Urrutikoetxea, Oinatz y Barriola. Al acabar la final del Bizkaia golpeó con toda la rabia el suelo. Lo celebró como nunca. Se unió a Martija para calarse la txapela del Parejas 2022 tras remontar a Laso-Imaz en un abarrotado frontón Bizkaia de Bilbao. Ha sido el pulso más igualado de los últimos tiempos: 22-20. Martija logra su segunda gran txapela, las dos del Parejas. Laso ha sido el mejor pelotari del campeonato, pero eso no le consuela, él quería la txapela.
Nuevos tiempos en la pelota, con juegos de luces en la presentación de los protagonistas al estilo de las estrellas del boxeo, y bengalas al final. El partido, una de las tres grandes finales de la temporada de mano, la especialidad reina de la pelota vasca, tuvo numerosas vicisitudes. Fue apoteósico y no se olvidará en décadas. Aún lo hizo más épico las lesiones de Martija, Laso e Imaz, que hicieron de los últimos tantos casi una heroicidad para los pelotaris.
Durante buena parte del encuentro, hasta el 11-17, pareció que la final se la iba a llevar la pareja de la promotora de Baiko, pero errores de los azules permitieron dar la vuelta al marcador a los de Aspe, los colorados, que ganaron con Martija casi imposibilitado para jugar. Se le subió el gemelo al lanzarse al suelo a por una pelota y casi no podía ni caminar.
Fue una final para la historia y de la que se hablará durante tiempo entre dos parejas guipuzcoanas-navarras. Primero, de la actuación del navarro Laso, el mejor sin duda en el duelo, pero con errores en el tramo final y una lesión que casi le hace abandonar en los últimos tantos. También por la cantidad de lesiones que hubo. La primera de Martija, con 20-17 a su favor, que incluso asustó a los 3.000 espectadores que había en la grada por los gestos que hacía el zaguero navarro junto al frontis tras levantar una pelota que luego falló Laso para el 21-17.
Cuando regresó Martija de los vestuarios, superados mínimamente sus problemas, los lesionados eran Laso, también por molestias musculares de las que tuvo que ser tratado en la cancha, e Imaz, con inconvenientes en una mano. En esa tesitura, los pelotaris acabaron como pudieron un partido que arrancó con un error al resto de Imaz y con dos tantos eternos que avanzaron lo que iba a ser un choque excepcional.
Con el 2-1, Laso e Imaz iniciaron un parcial de 1-6 (3-7) con el que se veía que la azul era la pareja más potente. Especialmente Laso, superior en los cuadros alegres a un Altuna plano y sostenido por el gran trabajo atrás de Martija. Aun así, se recuperaron los de Aspe con un 7-1 (10-8) que empezó con un mal bote de una pelota a Laso y los mejores momentos de Altuna en el partido junto con los del tramo final, cuando era el único pelotari 'sano' sobre la cancha. Hasta el empate a 10, la final era un toma y daca, y Laso abrió brecha.
El juego lo dominaban los azules y el zaguero de Bizkarreta-Gerendiain se agigantó aún más para llevar a su pareja a un 11-17, tras un parcial de 1-9 que parecía el principio del fin de una pelea igualada en sus primeros 20 tantos pero desnivelada a partir de entonces. Y cuando parecía que solo había que esperar a que Laso terminase su obra, bien ayudado por Imaz, giro increíble de 180 grados: los azules se vivieron abajo y encadenaron hasta seis fallos consecutivos (17-17) que reanimaron a sus rivales. Altuna se soltó rematando dos buenos tantos (19-17).
Ahí llegó la lesión de Martija, el inmediato 20-17, la incertidumbre, los posteriores problemas físicos de Laso e Imaz y un final como con un pelotazo a la chapa, abajo, de Laso que resumió el partido. Los azules fueron mejores, pero sus fallos dieron la final a los colorados, para los que fue crucial en 10-0 entre el 11-17 y el 21-17. Aspe sigue intratable y Baiko no rompe su larga sequía. Además de la txapela que ha ganado este domingo en el Bizkaka de Bilbao, Altuna III tiene en sus vitrinas las del Manomanista de 2007 y 2021 y las de la 'jaula' de 2017, 2020 y 2021.
El guipuzcoano ha subrayado tras conquistar el Campeonato de Parejas que el aspecto mental cuando iban por detrás en el marcador por 11-17 ha sido clave. "En ese momento nos estaban dominando muy fácil y nosotros estábamos como trapos. Parecía que había una diferencia de la leche, pero con el cambio de pelota el partido se ha igualado", ha recordado el delantero de Amezketa en la rueda de prensa posterior a la final.
Altuna III ha admitido que "en la primera parte del partido" no ha tenido "buenas sensaciones", pero gracias a la labor de Martija le ha dado la vuelta a la situación y se ha encontrado "mucho mejor" en el tramo final. "Cuando era más joven en situaciones así agachaba a cabeza, pero ahora he aprendido que hay que seguir hasta el final. Por eso hemos ganado. Hay que saber que en un partido va a haber momentos buenos y malos y hay que luchar y por eso hemos tenido la recompensa", explicó.
Su compañero Martija señaló que "en una final, lo más importante es no irse del partido", aunque admitió que con ese 11-17 "no es fácil seguir con la misma concentración". "Los partidos no se acaban hasta el tanto 22. Estaba muy cansado, pero al hacer el 12 con un fallo de ellos hemos visto que había que seguir porque también estaban cansados y era el momento de hacerles daño. Ese tanto ha sido la clave", resaltó el zaguero navarro.
Marcador: 2-0, 2-3, 3-3, 3-7, 8-7, 8-8, 10-8, 10-12, 11-12, 11-17, 21-17, 21-20 y 22-20