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BOXEO

Hachimi vs Alhambra: una promesa se hará realidad

Amin Hachimi y Aarón Alhambra se enfrenta este viernes, en Fuenlabrada, por el Campeonato de España del welter. Ambos llegan invictos al duelo.

Amin Hachimi y Aarón Alhambra.

Un derbi siempre vende, y cuando además hay dos invictos frente a frente y en juego está un Campeonato de España... la ecuación es perfecta. Amin Hachimi (8-0, 6 KO) y Aarón Alhambra (11-0, 3 KO) se juegan este viernes la faja nacional del peso welter, la cual quedó vacante para que Míguez disputado el Campeonato de la Unión Europea. Los dos son muy jóvenes (23 y 25 años) y están marcados en rojo por mucha gente: tienen un futuro muy esperanzador. Ambos madrileños han ido subiendo escalones en su carrera y su primer gran examen les llega este viernes en el Fernando Martín de Fuenlabrada (19:00, en directo en el canal de Twitch Jonfer1).

Pese a su juventud, los dos llegan muy relajados. "Para la gente el favorito es Amin. En mi caso nunca subo con presión. Hago lo que me gusta. Tengo ganas de ganar el título. Sería un gran paso para cumplir mi sueño. Me gustaría defenderlo, al menos, una vez", apunta Alambra. Por su parte, Hachimi ve la pelea del revés. "Que se piense que Aarón es el favorito le da un plus de expectación al combate. Viene bien. Para mí sería un paso más, grande, pero tengo otros objetivos mayores", replica Hachimi.

Amin ha demostrado en su carrera que tiene una gran pegada, eso hace pensar en un plan de pelea que tiene claro: "Me imagino presionándole y persiguiéndole. Él se mueve muy bien", avisa. Mientras, Alhambra juega al despiste. "Me puede presionar, pero yo también lo puedo hacer. Estoy intentando adaptarme a todos los estilos para dar la talla y ganar", responde. El pleito será sin duda una gran pelea de ajedrez. A Hachimi le gusta presionar, pero sobre el fallo del rival suele ser más letal, Alambra tendrá que enseñar su mejor movilidad para ahí, evitar golpes duros y conectar los suyos. El pronóstico es reservado. Los dos están ante su gran examen. Solo uno se quitará el cartel de "promesa" y se colgará el de "realidad".