Artur Beterbiev y la espera del más temido de la división
Artur Beterbiev expone sus coronas WBC e IBF del semipesado ante Marcus Browne. El ruso, de 36 años, es el campeón al que todos quieren evitar.
La victoria de Artur Beterbiev sobre Oleksandr Gvozdyk en octubre de 2019 es recordada por todos los fans. El ruso unificó los Mundiales WBC e IBF del semipesado y pasó a una nueva dimensión. Beterbiev tenía calidad, pero debía demostrarlo. Lo hizo y todos le esperábamos en grandes carteles... pero se encontró con dos malas noticias. La primera la pandemia, que frenó todo, y la segunda el respeto que infunde a sus oponentes. Está invicto en 16 combates y siempre ha ganado por KO. Sin duda la carta de presentación no anima a retarle.
Debido a ese segundo problema, Beterbiev se ve un tanto estancado. El 2020 lo tuvo en blanco y volvió este mes de marzo en Rusia acabando con Adam Deines. Este viernes vuelve a Montreal, donde reside, para hacer una nueva defensa contra el número del Consejo Mundial de Boxeo. Mientras suena el teléfono, los mandatorios van pasando. La posibilidad de pelear con Canelo lleva meses sonando, también la de verse con Bivol, monarca WBA que retuvo su cinturón el pasado sábado. Muchas palabras, pero pocos hechos.
Pese a ser un mandatorio, la pelea de este viernes es muy atractiva. Le espera el exolímpico, Marcus Browne (24-1, 16 KO). El estadounidense, de 31 años, está ante la pelea que puede cambiar su vida. Solo ha cedido frente a Jean Pascal. Un tropiezo que no hace olvidar su calidad. Cuando ganó a Badou Jack dejó claro que puede estar para estos combates, aunque el órdago es de aúpa. Browne lo sabe y por ello ha hecho toda su preparación en Dallas (es de Nueva York) y lejos de adoptar su actitud habitual, de momento ha mostrado máximo respeto a Beterbiev. El ruso pega duro, se mueve bien, gestiona a la perfección los tiempso de la pelea y aguanta todo lo que le venga. Por tanto, es favorito claro. Es una máquina y los rivales potenciales de las grandes peleas están esperando a que comience a quedarse obsoleto. De momento no ha dado muestras de ello. Este viernes tiene una nueva oportunidad de demostrarlo. Si gana bien volverá a retar... ojalá alguien de renombre le acepte el guante. Es lo que necesita la división en general y Beterbiev en particular.