Susana Rodríguez: “El oro de Tokio fue una auténtica locura”
La triatleta gallega recibió el Premio AS por su brillante trayectoria. Este año se colgó el oro en los Juegos Paralímpicos, donde también participó en 1.500 firmando un ‘doblete’ histórico.
La sonrisa de Susana Rodríguez (Vigo, 1988) brilla más que su oro en triatlón de los Juegos Paralímpicos de Tokio, que las lentejuelas de su vestido negro e incluso que el premio AS que sostiene en sus manos. Este galardón abrocha un 2021 de ensueño. Lo empezó entrenando a tope, aparcando la Medicina que ejerció sin descanso en los peores momentos de la pandemia, para centrarse en la cita nipona. Esa doble vertiente la condujo a la portada de ‘Time’ y se ha convertido en un referente para las nuevas deportistas. “Es un premio muy emotivo. Conocí el Diario AS cuando el Madrid ganó la Séptima. Salía un póster del equipo con la Copa y convencí a mi padre para que lo comprara. Le pedí que me lo leyera y colgué algunos recortes en mi habitación. Que un día llegues a estar aquí para recoger un premio está chulo”, confiesa la gallega, que estuvo acompañada por su amiga Sara Álvarez. Sus ojos en una Gala que reconoce su trayectoria.
Nadie había hecho ‘doblete’ participando en dos disciplinas distintas en unos Juegos. Nadie hasta que llegó ella y a la medalla en triatlón sumó un diploma en 1.500. Sin embargo, para Susana no es nuevo eso de reescribir la historia. Lo hizo cuando se convirtió en la primera mujer ciega que se sacó la carrera de Medicina en España. Lo hará con lo que se proponga porque borra todos los límites con su entrega, su trabajo y su humildad. “El oro de Tokio fue una auténtica locura. El momento del podio, la medalla y el regreso a casa con la familia y mi entrenador fueron mágicos. Superaron todas mis expectativas”, admite.
Este año también ha revalidado su corona mundial en paratriatlón y ya van cuatro veces —el oro del pasado noviembre se une a los de 2012, 2018 y 2019—. Y a estos logros deportivos suma otras experiencias enriquecedoras, como amadrinar el encendido de las luces de Navidad de Vigo, ser nombrada hija predilecta adoptiva de Mondoñedo (de donde es su familia) o hacer el saque de honor en el Bernabéu. Porque el Madrid es su otra gran pasión, heredada como la Medicina, de su padre Delio. "Me parece el mejor equipo del mundo. Me recibió con los brazos abiertos", explica emocionada.
Este martes volvió a coincidir con Benzema, con quien ya había protagonizado una divertida anécdota instantes antes del partido contra el Villarreal. Al chutar el balón, su zapato salió volando y el delantero madridista se lanzó a recuperarlo. “¡Se acordaba de mí y del zapato!”, ríe feliz tras el reencuentro y esa ansiada foto juntos.
Muchos son los retos que apunta en su lista de cosas por hacer. También los que afronta el deporte paralímpico. “Estamos dando pasos muy grandes hacia la igualdad entre olímpicos y paralímpicos. Londres 2012 marcó un antes y un después y cada año se va avanzando. Estamos acercándonos peligrosamente a donde tenemos que estar. Y no sólo me refiero a la cuantía de los premios de las medallas sino en cuanto al seguimiento. La gente que descubre el deporte paralímpico se engancha”, afirma con esa sonrisa que se debe ver desde Tokio... como un faro, como las luces de su amado Vigo.