Clara Espar y Elena Sánchez dejan de ser “guerreras”

Después del enésimo éxito de la Selección femenina de waterpolo, la plata en los Juegos de Tokio, se han sucedido cuatro bajas oficialmente por voluntad de las propias jugadoras, como ellas han ido anunciado desde la final perdida ante Estados Unidos. Las dos últimos son las de Clara Espar, del CE Mediterrani, y María Elena Sánchez, la portera suplente de Laura Ester que juega en el CN Mataró. Estas bajas se unen a las de Marta Bach y Rosser Tarragó, quienes ya estuvieron en la Selección que ganó la plata en Londres 2012.

La menor de las hermanas Espar acudió al Mundial de Kazán de 2015 y desde entonces ha sido una fija en los éxitos de la Selección. La defensora de boya, jugadora versátil que puede ocupar distintas posiciones, comentó en su cuenta de Instagram que “ha llegado el momento de cerrar una etapa maravillosa de mi vida”. Espar, que destacó el placer de compartir estos momentos con su hermana Anni, explicó que “ahora voy a seguir cumpliendo sueños en mi vida personal y con mi club. Siempre formaré parte de esta familia”.

Algo más punzante se mostró María Elena Sánchez en su despedida, quien apenas ha podido participar en partidos de grandes campeonatos al tener a Laura Ester por delante. “No vale la pena seguir insistiendo con algo que me hacía infeliz y consiguiendo que no me valore a mi misma. Me llevo conmigo muchísimas experiencias”, comentó en sus redes sociales, donde además destacó que “digo adiós a una parte muy importante de mi vida, ha sido la decisión más dura que he tenido que tomar pero que mentalmente necesitaba”.

Anteriormente, había renunciado la defensora de boya Marta Bach, capitana del CN Mataró, quien estuvo en todos los éxitos del equipo. También su ex compañero de equipo y ahora en el Echeyde Tenerife Rosser Tarragó, quien anunció en Tokio que se retiraba de todo pero que ahora ha vuelto a Tenerife al tener allí a amigos y conocidos.