Carlsen, entre el Real Madrid, Cádiz y el talento de Firouzja
El noruego Magnus Carlsen ganó su quinto Mundial consecutivo en Dubái. Lo preparó en Sancti Petri. Durante la serie, vio el Madrid-Sevilla y en 2023 el franco-iraní puede ser la amenaza.
"¿Si fuese una pieza del tablero, cuál elegiría?", le preguntaron a Magnus Carlsen en la rueda de prensa nada más ganar en Dubái su quinto Mundial de ajedrez consecutivo. Y con cara de póker, o de cerebrito despistado, despejó confundido: "¡No, no... No me pregunten eso!". El noventa por ciento de los mortales habría contestado lo mismo: el rey. El noruego, de 31 años (cumplidos el día 30), acababa de derrotar al aspirante Ian Nepomniachtchi en la undécima partida por 7,5 a 3,5 con cuatro victorias y siete tablas. Comenzó devorando rivales en 2013 con 22 años y no da síntomas de flaqueza: Viswanathan Anand (dos veces), Serguei Kariakin, Fabiano Caruana y el ruso Niepo.
"En mi carrera he jugado partidas estúpidas, pero no tantas como aquí", se sinceró Nepomniachtchi después de suicidarse, a juicio de grandes maestros como Miguel Illescas ("Colapso total de Nepo, 22.g3?? un error increíble", tuiteaba), en el movimiento 23. Llevado al fútbol, Niepo, seguidor confeso del Barça decidió no seguir sufriendo en la Champions. Y Carlsen, hincha furibundo del Real Madrid (durante la serie en Dubái fue capaz de ver el partido frente al Sevilla), aprovechó el carril como si fuese Vinicius. El cheque para el campeón, 1,2 millones de euros. Para el aspirante, el consuelo de 800.000.
Niepo se deshizo tras la maratón de la sexta partida, la más larga de la historia de los campeonatos con casi ocho horas y 136 movimientos, y Carlsen aprovechó los errores que fue cometiendo el aspirante en los siguientes duelos con un país detrás donde el ajedrez es asunto de estado, pero que no conoce campeón desde Vladimir Kramnik en 2006.
En la era de la pandemia, donde el ajedrez ha experimentado un auge ayudado por las partidas online, Carlsen ha disputado muchos torneos organizados por su empresa Play Magnus. Frente a los mejores del mundo o mezclándose con el gran público de la red. También dio su plácet a la serie 'Gambito de dama', a la que puntuó con un "cinco sobre seis". Y preparó el Mundial en Santi Petri (Cádiz), donde el maître del hotel Royal Hideaway, Guillermo García, juega simultáneas contra los clientes y donde Carlsen pudo disfrutar de pachangas de fútbol en la playa.
Un genio cercano. Un campeón que aprovecha la ola de popularidad de su deporte y que lleva ya 12 años en el número uno. Gari Kasparov estuvo 20, pero ya se discute si el noruego es el mejor de siempre. "Yo no soy el que debe decidir si soy el mejor de la historia. Todavía tengo un camino por delante", contestaba ayer. En el horizonte de 2023, asoma otro prodigio, Alireza Firouzja, segundo ya del ranking mundial con 18 años. Un iraní nacionalizado francés por diferencias con el régimen que podría ser el retador. "Me motiva más que cualquier otra cosa", advirtió también Carlsen, que ya sería todo un veterano frente al talento que viene.