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BOXEO

Sandor Martín, el niño que se hizo hombre en el ring

El español repasa en AS su victoria ante Mikey García. Es el púgil de moda en el boxeo tras un triunfo ante el boxeador californiano que asombró en EE UU.

Sandor Martín, el niño que se hizo hombre en el ring
Melina Pizano/Matchroom.

"EI orgullo... de Barcelona: Sandor Martín”, así dio a conocer David Diamante (presentador) la victoria del español sobre Mikey García. El corazón de todos se encogió, también el de Sandor. “Cuando escuché el 95-95 pensé: ‘Bueno, un empate contra un californiano, campeón en cuatro divisiones, en su casa no está mal’. Me sentía ganador, pero sabía lo que podía pasar. Cuando después anunció el doble 97-93 pensé: ‘Que sea lo que tenga que ser’. Y cuando nombró Barcelona dije: ‘Solo soy yo de ahí’. En ese momento no sabía qué hacer. Busqué una cámara para decirle a mi gente que lo habíamos conseguido”, recuerda el púgil de 28 años a AS.

El combate fue el 16 de octubre, pero en Estados Unidos aún siguen perplejos por el recital de Martín. Él no quiere excesos. “Ahora más que nunca hay que tener los pies en el suelo. El éxito te puede perjudicar con facilidad, pero no soy un boxeador al que le suceda. Soy un deportista aplicado y disciplinado. He vuelto a entrenar para seguir en forma, estoy en el gimnasio ayudando a mis compañeros y dando clases. Una vez asimilado el éxito hay que seguir preparándose para lo que venga”, apunta.

El catalán lleva una vida dedicado al boxeo. Cumplió un sueño ante García, pero la mayor emoción de la noche se la llevó en el plano personal. “Realmente no me esperaba nada de esa noche. Iba tranquilo a hacer mi trabajo, pero no era consciente de lo que me esperaba. He ido cumpliendo sueños y metas a lo largo de mi carrera, pero creo que ahora mismo no me doy cuenta de todo. En ese momento no me dio tiempo a pensar en todos los años de dedicación. Lo mejor fue ver a mi padre emocionado. Es muy difícil, parece de piedra. Somos una dupla que dice mucho con poco y no exteriorizamos los sentimientos, pero en ese momento fue lo que más feliz me hizo. Verle orgulloso como entrenador y como padre… No tiene precio, solo se puede vivir”, revela.

Es el hombre de moda, pero sigue tranquilo. “Ahora todas las puertas están abiertas y hay que esperar”, reconoce. ¿Una revancha contra Mikey, quizá? “Si se diese no digo que sería fácil, pero sé lo que puede traer y lo que puedo hacer. Saldría más seguro de lo que puedo hacer, pero el objetivo es volver a mi peso, donde todavía soy mejor, y buscar un título”.

El zurdo de oro criado en el KO Verdún

Sandor Martín no recuerda el momento en el que se puso unos guantes por primera vez. Rafa, su padre, tampoco. “Fue algo natural”, admite el púgil. El pequeño creció en el gimnasio que sus padres tienen en Barcelona. “No sé si caminé o boxeé antes en el KO Verdún”, bromea. Lo cierto es que se crió entre sacos, olor a vaselina y sin ninguna presión paterna. Eligió el deporte individual porque “no soportaba que el resultado no dependiese de él”.

Para poder pelear siendo menor, Rafa y Sandor se tuvieron que ir a Francia a iniciar su carrera para ganar experiencia. Con 18 años dio el salto al campo profesional. Boxeaba mientras estudiaba INEF. Su futuro estaba claro: el boxeo. Con 20 años se convirtió en el campeón de España más joven de la historia y desde ahí no frenó. Tres Europeos y 40 peleas le abrieron la puerta de la meca y él la derribó.