Johnny Walker estrena estelar con un derbi en Las Vegas
Johnny Walker disputa este sábado, en el UFC Las Vegas 38, su combate más importante. Se enfrenta a Thiago Santos, a quien solo le vale el triunfo.
"Guerra Civil", así titula en su web en castellano la UFC la previa del combate estelar de su evento de este sábado. Puede sonar fuerte, pero será precisamente eso lo que se vea en el octágono. Thiago Santos, número cinco del ranking semipesado, y Johnny Waler, diez, se enfrentan en un combate en el que el ganador respirará y el perdedor tendrá un camino complicado. Solo les vale ganar.
Walker quizá llega con un poco más de holgura. Será la mayor pelea de su carrera, pues es su primer estelar. Tiene el fallo permitido, pero le penalizaría demasiado. Se ganó el hueco en UFC gracias al Contender Series. Sorprendió con un gran KO y sus tres siguientes peleas las resolvió noqueando en el primer round. Le valieron premios por desempeños de la noche y su figura se proyectaba, pero tras dos derrotas consecutivas se vio frenado. En septiembre de 2020 disputó su último combate. Noqueó en el primer round y ahora le dan la oportunidad de demostrar si de verdad, a sus 29 años, puede ser un nombre a tener en cuenta.
Por su parte, Thiago Santos llega en una dinámica peligrosa. El brasileño es un nombre muy reconocido en UFC. Es un artista del KO, le apodan 'Marreta' y la lleva (una maza) tatuada. Ese 'flow' unido a cuatro KO's espectaculares y ante grandes nombres (el último, el actual campeón, Jan Błachowicz) le dieron la oportunidad de ir por el título. Cayó ante Jon Jones y después no ha podido ni con Teixeira ni con Rakic. A sus 37 años es un luchador peligroso, pero debe demostrar que puede revertir esa situación.
Así, dos luchadores de Río de Janeiro chocan en Las Vegas con la necesidad de victoria. Ambos son pegadores (Santos tiene un 71% de KO y Santos, un 83%), por lo que lo único que se espera es una guerra desde el primer minuto. La experiencia de Santos (dobla en pelea su oponente) puede ser clave, pero una mano de Walker puede cambiar todo. La presión es mucha, pero es la UFC. Siempre se juega en el alambre.