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GOLF | RYDER CUP

La conjura de Roma

Europa encaja el tremendo golpe al mentón de EE UU, pero se fija como objetivo devolverlo en la 44ª edición que se celebrará en la ciudad italiana en 2023.

Jon Rahm, Sergio Garcia y Rory McIlroy.
Warren LittleAFP

"Si jugamos como este fin de semana la puntuación será igual en Roma”, asegura Jordan Spieth. El ‘chico maravilla’ ahondaba aún más en la herida de Europa tras la pesadilla de Wisconsin. El 19 a 9 final, la paliza más grande de la historia desde que en 1979 se inició el duelo actual, dejó tocados a los doce integrantes del equipo que capitanea Padraig Harrington. Las lágrimas de Lowry, Poulter, McIlroy o Fleetwood mostraban la cicatriz en el orgullo y la mayoría anunciaron su intención de jugar la 44ª edición para vengarse. La conjura de Roma (29 de septiembre al 1 de octubre de 2023) está en marcha.

"Si sigo jugando lo suficientemente bien como para ser incluido en el equipo querría estar allí", afirmaba un humilde Jon Rahm protagonizando la anécdota de la rueda de prensa ya que la totalidad de los once compañeros se giraron hacia el español de Barrika para contestarle y provocar la carcajada general: "Estarás bien, Jon. Seguro que estarás en el equipo". El número uno del mundo, a sus 26 años, es la base del futuro de Europa junto al noruego Hovland (23) el inglés Fleetwood (30) o el irlandés Lowry (34). "Hay muchachos jóvenes que serán el corazón del equipo en el futuro. Algunos todavía no han alcanzado su punto máximo por lo que deberíamos ver más fuerza aún en el futuro. Esta vez no salió bien, pero eso sucede en el deporte. Si quieres tener momentos gloriosos, tienes que sacar la cabeza y, a veces, te la arrancan. Es la realidad del deporte. Fuimos derrotados por un equipo mejor esta semana, pero Europa volverá a pelear", dijo Harrington en un mensaje de esperanza... y quizá de despedida ya que quizá no repita como capitán en Italia, puesto para el que suena ya fuertemente Lee Westwood.

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JONATHAN ERNSTREUTERS

El inglés de 48 años dejó entrever que Whistling Straits había sido su final en la Ryder, despedida que podrían compartir otros nombres como Paul Casey o Ian Poulter. Tres miembros de la vieja guardia, todos por encima de los 40 años; una edad que no alcanzan ninguno de los miembros de EE UU cuyo 'veterano' es Dustin Johnson (37 años). Precisamente, el número dos del ranking mundial logró un hito en Wisconsin al sumar cinco puntos y convertirse en el quinto jugador que lo consigue en una sola edición de la Ryder tras Larry Nelson, Arnold Palmer, Gardner Dickinson y Francesco Molinari. Y el primer estadounidense desde 1979.

Europa quiere revancha, pero el futuro provoca escalofríos. La media de los 12 fantásticos de EE UU es de 28,9 años... y en la recámara está, por ejemplo, Patrick Reed (31). 'El Viejo Continente' llevó un equipo con 34,5 años, pero la buena noticia es que la columna vertebral es muy joven y tiene alternativas potentes de futuro que ya deberían llegar a la cita romana como el francés Victor Pérez (29), el escocés Robert MacIntyre (25) o el italiano Guido Migliozzi (24). Incluso el regreso de Francesco Molinari (38), un jugador muy de perfil Ryder, es más que posible. "Lo sucedido hace crecer el fuego dentro de cada uno de nosotros de cara a la cita de dentro de dos años en Roma", avisa McIlroy.