Dyego lleva la final al tercer asalto tras salvar el match ball
El Barça asaltó Paterna para imponerse por 3-4 en el segundo partido de la final por el título de la LNFS. El campeón se decidirá el miércoles en Barcelona.
Dyego se propuso este domingo alargar la final para desgracia de un Levante que vio cómo se le escapaba, en su cancha con cerca de mil aficionados, una fantástica oportunidad de levantar su primer título de Liga. Pero el ala brasileño del Barça protagonizó una formidable actuación en Paterna. Un peligro constante que se convirtió en el factor determinante del segundo encuentro de una final que se decidirá en el Palau. El Barça salvó el match ball... pero con mucho suspense por el arreón final levantinista, que acarició una remontada histórica. Sin embargo, el Barça sobrevivió y tendrá la ventaja de que el partido definitivo se jugará el miércoles en su cancha. Un encuentro en el que los dos mejores equipos del campeonato liguero, los que representarán al fútbol sala español en la próxima Champions, se verán por última vez cara a cara con la Liga como premio.
Hace veinte años que el principal título nacional no lo gana uno de los tres grandes: Barça, Movistar y ElPozo. Y los azulgranas salieron con la certeza del que se ha visto más veces entre la espada y la pared. Fue superior en esos primeros minutos, pero necesitaban convertir ese dominio en goles. Fede y los postes truncaron los intentos de los de Andreu Plaza, que contaban con Ferrao como referencia, pero que esta vez no acertaron hasta que apareció Dyego. La pizarra funcionó, pero porque el brasileño puso la magia. Un remate en escorzo se convirtió en el 0-1, un auténtico golazo que marcaba el camino.
Pero ni la superioridad del Barça en los primeros minutos, ni el marcador en contra hicieron que en la grada se dejase de creer. Y más cuando tras la reanudación, los aficionados se encontraron con otro Levante. Pareció como si los nervios con los que habían arrancado hubieran desaparecido cuando la lógica se imponía en el marcador. El equipo local empezó a inquietar más la meta de Dídac. Tanto Esteban como Pedro Toro comenzaron a encontrar balones en la posición de pívot, lo que incomodó más a la defensa del Barça.
Y así llegó el empate. Gallo encontró a Esteban, que recibió de espaldas y dejó el balón al brasileño para que empatara el duelo. El Levante, que había estado en el suelo, se había levantado y había combate. La afición lo sabía y apretaba en la grada. Eran los peores momentos de los azulgranas, que no obstante seguían llegando a la meta de Fede.
Fue entonces cuando todo cambió. Y cómo no, el que viró la inercia fue de nuevo Dyego en una jugada que resume su partido. El brasileño apretó la salida de balón de Mario Rivillos, se lo robó a pesar de que el jugador levantinista le intentó hacer falta para pararle, pero se zafó y definió ante Fede. El golpe provocó que el Levante recurriera al portero-jugador y, aunque en la primera jugada con superioridad Usín chocó con el palo, la realidad es que la defensa del Barça funcionó. Coelho y Marcenio, a puerta vacía, ponían un 1-4 que, a falta de minuto y medio para el final, parecía definitivo.
Pero, una vez más, el fútbol sala mostró su magia y el Levante, totalmente volcado, acortó distancias por medio de Rivillos y Usín marcaba el 3-4 a falta de 37 segundos para que se viviera un final agónico... como aperitivo de lo que se espera el miércoles en el Palau. Un duelo a todo o nada.