Niko Shera hace historia para España al ganar su segundo Mundial tras superar la COVID
El madrileño nacido en Georgia (25 años) derrota al uzbeko Bodonov en la técnica de oro y se convierte en el primer español con dos oros mundiales. Tokio asoma.
Y 28 días después, Niko Sherazadishvili hizo historia. Hace menos de un mes recibió la inoportuna visita de la COVID-19, y aun así se proclamó campeón mundial en -90 kg en Budapest. El primer español, hombre o mujer, en lograr dos oros en Mundiales, porque ya lo fue en 2018 en Bakú. Isabel Fernández lo conquistó en 1997 y Miriam Blasco en 1991, pero ninguna de las dos consiguió repetir. Eso, con los Juegos de Tokio a la vuelta de la esquina. Un bombazo para la selección, que ha había logrado ya la plata de Ana Pérez Box (-52 kg) y los bronces de Fran Garrigós (-60) y Julia Figueroa (-48).
Niko, nacido en Georgia y afincado en Brunete (Madrid) desde los 13 años donde ha crecido al lado del maestro Quino Ruiz a quien se abrazó entre lágrimas, derrotó en la final a Davlat Bodonov (13º del ranking mundial y reciente campeón de Asia) en la técnica de oro cuando clavó un O uchi gari (técnica de pierna) para marcar un ippon tras 1:49 de prolongación. Había trabajado su agarre durante cuatro minutos para colocar su demoledor Uchi mata (de cadera), pero Bodonov, a quien había derrotado en dos ocasiones en 2020, se había resistido con éxito. Fundido, no pudo más. En semifinales, Niko había ganado por ippon el japonés Kenta Nagasawa.
Ahora, el reto del español (25 años) será repetir en el histórico Budokan de Tokio el 28 de julio, donde llega como número uno 'libra por libra' de todos los pesos. En Budapest faltaron el neerlandés Noël van't End, campeón en 2019, el ruso Mikhail Igolnikov y el japonés seleccionado para la cita, Shoichiro Mukai. Los tres verían por televisión el golpe de autoridad de Niko, que este año decidió competir poco (plata en el Grand Slam de Tel Aviv y patinazo en los Europeos en primera ronda) para centrarse en los Juegos.
"Era como quería encontrarme todo el año y tan cerca de Tokio. España está en el top-3 de medallas y vamos a llegar muy bien preparados. El oro es muy importante a un mes y me confirma que voy en el buen camino en cuanto a preparación física y judo. Hay cosas que mejorar, pero estoy en un gran estado de forma", contó ya con el oro al cuello.
"Llego al Mundial al 98%, con la COVID olvidada y enfocado. Al 100% sólo estaré en Tokio", advertía Niko a AS antes de competir. El 13 de mayo dio positivo y se perdió la concentración internacional de Benidorm. Diez días aislado en casa, donde sólo pudo realizar un trabajo físico limitado.
En cuanto tuvo la PCR negativa, Niko retomó sus tres sesiones diarias junto a Quino Ruiz, al que define como su "segundo padre". El que le dio la vida, le inculcó el amor por el judo (fue medallista en los campeonatos de la URSS a mediados de los noventa) y decidió que debían emigrar a España falleció de un infarto en 2017, con sólo 47 años. Antes de marcharse tan pronto, Zakaria Sherazadishvili había puesto en manos de Quino, subcampeón mundial en Barcelona 1991, a su hijo y este pulió a la perla a la que ha puesto el apodo de 'Ángel' por su bondad. Un ángel de fuego dentro del tatami.