Haney pasa la prueba de Linares
Devin Haney se impuso por decisión unánime a Jorge Linares, en un combatazo, para retener el Mundial WBC del ligero. Reclamó una pelea contra Teófimo López.
Devin Haney se gustó y sufrió a partes iguales en su combate ante Jorge Linares. El estadounidense, de 22 años, supo anular el boxeo del venezolano... pero acabó abrazado a él y pidiendo la hora. Una de cal y otra de arena. Si la pelea hubiese sido un examen, el prospecto se iría con un notable a casa. Lo hizo bien, pero dejó algunas dudas (nuevas) de cara al futuro. Retuvo el Mundial WBC del peso ligero por decisión unánime (116-112, 116-112 y 115-113) y después retó a Teófimo López (campeón unificado y que tiene el cinturón WBC de mayor rango que el suyo): "Es el siguiente". Habrá que verlo, para ese nivel (o el de Gervonta Davis) parece que todavía le queda un escalón.
La pelea Haney la inició muy bien. Supo tocar con su jab y abrir el hueco para ir impactando golpes. En los seis primeros asaltos, salvo en uno, el dominio fue para el campeón. Linares salió con un plan muy claro: guardia alta, cero amagues y buscó golpes duros. Eso lo hizo predecible y le pasó factura. Haney era más rápido por lo que en una guerra abierta, sufría. Todo empezó a variar a partir del sexto asalto. El estadounidense se relajó en defensa y Linares empezó a emerger. En el contragolpe fue sumando cada vez manos más claras, pero tenía el problema de la puntería del monarca WBC. Siempre superó el 30% de acierto. Con todos estos factores, la pelea se iba igualando.
Todo pudo cambiar de manera clara en el décimo round. El intercambio ya era claro y la igualdad la tónica, aún así Haney parecía cómodo, aunque peor que en la primera parte. Linares le cruzó una derecha justo cuando sonó la campana, y el campeón se fue flotando a su esquina. Era el momento del venezolano. Puerta grande o enfermería. Eso es lo que debió pensar, pero no lo hizo. No se atrevió a ir con todo y lo pagó. Haney estaba tocado, pero se le escapó. En el último, cuando quedaban 30 segundos, de nuevo Linares volvió a dejar flotando a Haney, pero en esa ocasión el campeón supo perder el tiempo. No importaba cómo, debía llegar a la meta y lo hizo sin miramientos. Lució, anuló... y sufrió. Haney sigue teniendo el oro, pero no le sacó todo el brillo que debería.
Nonito Donaire vuelve a ser campeón
Casi a la misma hora, en California (el Haney vs Linares fue en Las Vegas), una leyenda como Nonito Donaire volvió a hacer historia. A sus 38 años, el filipino volvió a proclamarse campeón mundial. Alzó el WBC del peso gallo al noquear al campeón, Nordine Oubaali en el cuarto asalto. En el tercero, Nonito cazó al francés, a quien el árbitro echó un capote. Justo al acabar el round, de nuevo el filipino envió al suelo a Oubaali. Esta vez lo hizo con una caída fea y pese a que el tiempo estaba cumplido, el árbitro dio todas las facilidades al campeón. Pese a ello, el final estaba claro y Donaire no dejó que pasase del cuarto asalto. Ahora, y como nuevo monarca, podría mirar a Naoya Inoue, contra quien había perdido su última pelea en un auténtico combatazo y todos los aficionados reclaman la revancha.