Masvidal, revancha sin excusas

Jorge Masvidal aceptó con una semana de aviso pelear ante Kamaru Usman en el UFC 251. Pese a la premura, el estadounidense dio la cara y obligó al campeón a necesitar las cartulinas para retener el Campeonato del peso welter. Desde el primer momento reclamó una revancha asegurando que "con una preparación completa" hubiese ganado. Lo cierto es que el africano se impuso con claridad, pero en determinados momentos, Masvidal le puso en aprietos. La emoción estuvo ahí pese a una decisión amplia. Deberían darle ese segundo combate, y aunque costó, lo tiene.

Ese pleito fue en julio, el PPV que abrió la Fight Island, y la revancha tendrá lugar en otro evento significativo. Será la primera vez, desde el 7 de marzo de 2020 (UFC 246), que un show de UFC tenga público en Estados Unidos. Las entradas volaron. Los fans tienes ganas de deporte en directo y más de este combate. Entre una lucha y otra, Masvidal ha estado esperando la oportunidad y Usman se ha mantenido activo. En febrero, el nigeriano dio la oportunidad a Burns, rival inicial en julio que se cayó por contraer covid, y le noqueó. Llega con la vitola de indestructible.

Sin duda el campeón es favorito. Por esa vitola, porque llega con una racha de 17 triunfos, porque es cuatro veces monarca del welter... los motivos para darle ese papel son muchos, pero si alguien puede meterle en apuros es Masvidal. El estadounidense, de padres cubano y peruana, es impredecible. Se desarrolló como luchador en las calles de Miami y la inteligencia que se aprende ahí no se pierde. Así noqueó a Ben Askren, por ejemplo, y cuenta con la explosividad para dar la sorpresa. ¿Podrá hacerlo? Usman parece inexpugnable y si impone su nivel de lucha la pelea pinta a que tendrá la misma historia de la primera... pero cuando alguien como Masvidal se mete a la jaula todo puede pasar. Pidió una oportunidad a la que llegar bien preparado. Es su momento.