Masvidal se choca contra el muro de Usman en el UFC 251
Kamaru Usman derrotó por decisión unánime a Jorge Masvidal y retuvo el título del welter en el UFC 251. Volkanovski y Yan, los otros triunfadores de la noche.
"Llevo 16 años esperando esta oportunidad", aseguró Jorge Masvidal en la previa de su combate contra Kamaru Usman. La pena para él fue que le avisaron con solo con seis días para esta pelea. Estaba entrenando, pero no es lo mismo hacerlo para estar preparado que hacerlo con un objetivo. Con el tiempo necesario puede meter en apuros a Usman. Con todos los condicionantes, dio la cara y realizó una buena pelea, pero el campeón del peso welter es un luchador muy dominante físicamente y eso fue clave. El nigeriano retuvo su cinturón por decisión unánime (50-45, 50-45 y 49-46) en el primer show en la Fight Island y como campeón que es tiene muchos nombres por delante. El primero parece el de Gilbert Burns, quien se cayó a última hora de este show por dar positivo en COVID-19. También puede reencontrarse con Masvidal: "Vamos a repetirlo", le espetó el estadounidense. Lo merece.
La lectura que ambos tenían de la pelea se vio desde el primer momento. Masvidal salió fuerte. Conectó varias patadas y puños. Usman los recibió dijo que ese no era el camino. Buscó el derribo y en 30 segundos ya lo había conseguido. Es muy dominante con su lucha y basó en ello su estrategia. Técnicamente, en el striking, Masvidal es mejor. Le contragolpeó con mucho criterio y le metió series de varias manos, algo que no gustaba al campeón. En los dos primeros asaltos el aspirante estuvo más eléctrico. Después, poco a poco, fue perdiendo fuelle. Era lógico. Él sufría el desgaste del wrestling del nigeriano, pero Usman asimilaba bien los golpes que le llegaban.
En ese declive progresivo siempre había una esperanza. Masvidal es capaz de todo y de nuevo volvió a dejarlo claro. En los últimos 30 segundos logró zafarse del dominio que Usman le había hecho contra la jaula. No solo lo logró, también acabó lanzando y conectando manos. Puso una al mentón, pero no tenía la potencia suficiente para que pudiese soñar. El estadounidense vio frenada una racha de tres victorias seguidas después de estar 16 meses sin competir. No tenía nada que perder en la Fight Island y ganó. Merece otra oportunidad por valentía, calidad y tesón.
Volkanovski, kryptonita de Holloway
La revancha entre Alexander Volkanovski y Max Holloway no fue un calco de su primer combate, pero casi. El nivel entre ambos es muy parejo y eso se ha traducido en dos pleitos muy ajustados. En la Fight Island, Volkanovski se impuso por decisión dividida (48-47, 47-48 y 48-47). El triunfo pudo caer para cualquier lado, pero el campeón se ratifica y el excampeón tendrá que empezar su camino al título de nuevo.
El pleito comenzó con un Holloway más enchufado. Estaba listo para evitar exponerse por la mayor envergadura del campeón. Entraba, pegaba y salía. Aunque Volkanovski era más rápido al contragolpe, al aspirante le sirvió para apuntarse los dos primeros actos. En el tercero el australiano se dio cuenta que debía apretar. No fue una apisonadora, pero aumento su trabajo, conectó más golpes y sobre todo fue intentando varios derribos que convencieron a los jueces. Quizá la clave la pelea estuvo en los 10 segundos finales. Holloway se equivocó, se dejó llevar al suelo y Volkanovski acabó pegando en el ground and pound. Los pequeños detalles decretaron al campeón. Otra vez. La polémica marcó la decisión. Otra vez.
Petr Yan se consagra ante Aldo
De inicio Jose Aldo dejó buenas sensaciones, pero desde el tercer asalto su cara cambió. La pelea por el Campeonato del peso gallo ante Petr Yan se le hizo larga. Aunque había complicado a su oponente, el brasileño debe replantearse muchas cosas. Sufrió una gran paliza. En el quinto asalto Yan apretó y le hizo daño. Tuvo, eso sí, gran culpa el árbitro quien debió parar la pelea antes. Aguantó hasta que quedaba un minuto y medio del último asalto. Demasiado tiempo. Yan sustituye ahora a Henry Cejudo como campeón, quien se retiró tras el UFC 249.
La pelea comenzó con un Aldo muy serio. Recuperó sus mejores sensaciones con los pateos. Provocó que Yan cambiase de guardia durante gran parte de la pelea. Estaba dolido y eso hizo que compitiese incómodo. Aun así, al final del primer asalto, Aldo buscó el suelo y ahí se encontró un ground and round durísimo que casi le deja KO. Fue un preámbulo. Desde el cuarto asalto Yan emergió. Antes del quinto en la esquina fueron muy claros con Aldo: “Dos a dos”. Todo se resolvía en los cinco minutos finales. El ruso salió con hambre, arrolló al excampeón y cuando estaba en el suelo se dedicó a castigarle sin compasión.