Irlanda se lleva el Centenary Quaich de los descartados
El Trébol gana un duelo de alternativas sin influencia en la lucha por el título y confirma su mejoría en el segundo año de Andy Farrell al frente.
El duelo entre Escocia e Irlanda que cerró la cuarta jornada del Seis Naciones carecía de influencia alguna a efectos clasificatorios, pues ninguno de los contendientes tiene opción alguna de desbancar a Gales de la primera plaza tras el triunfo del Puerro y la derrota francesa del sábado. Quizá por eso se vio un partido con menos corsés, uno de los más divertidos de una edición muy pobre en espectáculo (y empieza a ser costumbre), que ganó el Trébol (24-27).
En una tarde con el césped de Murrayfield castigado por la lluvia, dio para ver un doble contrapié de un pilier como Furlong, algún buen ejemplo del famoso bote Cisneros y una enconada lucha de estilos, el orden de los irlandeses contra el caos relativo de los escoceses, en la que triunfaron los primeros. Henshaw anotó un ensayo tempranero tras una patada cruzada que no supieron defender entre Van der Merwe y Hogg . Escocia encontró el rumbo y una jugada a trompicones de Hogg, que llegó a impulsar el balón hasta con la cara, terminó en un toque favorable. Posó Russell.
El Cardo ya no anotaría hasta casi una hora después. En ese lapso Sexton encontró dos veces los palos y Beirne, en una fase ofensiva con contactos durísimos por parte de los irlandeses, se las apañó para ensayar entre una maraña de manos. Escocia estaba a dos ensayos transformados de distancia cuando Huw Jones, un jugador infrautilizado por Gregor Townsend, finalizó una jugada exquisita de la línea caledonia, con varios señuelos y redobles.
Eso despertó a los locales de su asueto. Lo intentaron hasta el final, en un esfuerzo que se cobró varias bajas y con Hogg de 10 porque Townsend decidió retirar en la recta final a Russell, que se marcó con cara de pocos amigos (otra muestra de que esa relación no es todo lo fluida que a Escocia le interesaría). Despojado de su duende, el Cardo se estrelló repetidamente contra una defensa agónica de Irlanda hasta que Watson, un primor todo el partido, arrampló con varios rivales en su camino a la zona de marca. Logrado el empate, Escocia se disparó en el pie una vez más con un retenido en su campo y Sexton no perdonó. Irlanda, que ya lleva 18 triunfos en este Centenary Quaich por 14 de los escoceses, confirma cierta mejoría en el segundo año de Andy Farrell al frente. Aunque aún no de para volver a pelear el título.