Shields, por el doble póker

Claressa Shields (10-0, 2 KO) ya es historia del boxeo... y solo tiene 25 años. La púgil de Michigan es doble oro olímpico, la única que lo ha logrado. Se llevó la mayor gloria de un deportista al ser la mejor en el peso medio en Londres y Río de Janeiro (primeros Juegos en los que se permitió a las mujeres competir en boxeo). Tras ese segundo oro decidió pasarse al campo profesional y con un único objetivo: agrandar su leyenda. En su cuarta pelea ya era campeona del mundo y en la novena tenía unificado el peso medio.

Sin duda lo había logrado todo, pero es insaciable. Hizo el proceso inverso a lo que se suele hacer: bajó al superwelter con el mismo objetivo: ser la única campeona. Ese reto lo afronta este viernes en su ciudad natal, Flinch (Michigan). Shields es monarca WBC y WBO y choca contra la monarca IBF Marie Eve Dicaire (17-0, 0 KO). Solo quedaría una faja, la WBA, que tras un movimiento cuestionable también estará en liza. Ese cinturón lo tiene la costarricense Hanna Gabriels (20-2-1, 11 KO), quien ha sido degrada a campeona Regular (interinato) porque la WBA ha sacado un Supercampeonato, cinturón máximo de ese organismo, que pone en liza por primera vez esa nomenclatura en el boxeo femenino.

Los críticos dirán que Shields debe ganar a Gabriels, pero la realidad es que será máxima campeona de todos los organismos si gana. ¿Se dará esa pelea? Habrá que ver, ya que el tiempo apremia y quiere hacer historia antes de dar el salto a las MMA. La idea de Claressa es intercambiar ambas disciplinas, pero quiere llegar a su nuevo deporte siendo la más grande de todos los tiempos en el boxeo (tiene previsto debutar en mayo o junio). Para ello debe ganar a una boxeadora muy completa y con buena movilidad como Dicaire (campeona mundial desde 2018). Shields siempre marca el ritmo, es dura y tiene una técnica exquisita. Es amplia favorita y su motivación está por las nubes. La historia le está esperando.