Triunfo agónico del Barça ante el ACCS de Ricardinho y Ortiz
Los azulgrana derrotaron al equipo francés, que se adelantó en el marcador y tuvo opciones hasta el final. Ferrao y Ximbinha, autores de los goles.
El Barça estará en la Final a ocho de la Champions tras lograr un agónico triunfo (2-1) ante el ACCS París de Ricardinho, Ortiz y Jesús Velasco. Un equipo, el francés, que demostró que está al nivel de la élite europea y que siempre tuvo opciones. De hecho, fue por delante en el marcador hasta que el filo del descanso. Pero el Barça, actual campeón, fue capaz de sacar rendimiento a su mayor profundidad de banquillo y se llevó un encuentro que por tensión y emoción no decepcionó.
Ya desde el inicio del duelo se notaba la tensión de partido grande. Y quizá se adaptó mejor el equipo francés, con menos que perder que los azulgrana. El Barça sí generó ocasiones, con Daniel más incisivo, pero el ACCS no se achantaba. Y encontró la manera de sorprender, con una preciosa jugada de pizarra de su técnico, el español Jesús Velasco: saque de falta de Ortiz con engaño para mandar el balón al centro del área donde Edu anotaba de tacón. Golazo.
Andreu Plaza paró el partido. “Todos los balones divididos son para ellos”, reprochó a sus jugadores. El tiempo muerto surtió algo de efecto, porque el Barça recuperó el control a pesar de que sufría de vez en cuando algún susto como un disparo al palo de Nelson. Pero las ocasiones se sucedían en la meta francesa y el empate acabó llegando a un minuto del descanso. Ferrao, cómo no, fue el encargado de igualar con un gol marca de la casa: recibió de espaldas y la puso en la escuadra.
La segunda mitad fue agónica. El ACCS comenzó mejor y tuvo varias ocasiones claras en la portería de Didac. Pero el Barça sobrevivió y anotó el 2-1 clave a cinco minutos del final con una jugada colectiva magnífica, que remató Ximbinha a pase de Marcenio. No se acabó aquí el sufrimiento azulgrana, ya que el equipo acabó defendiendo en su área el portero-jugador francés. Marcenio, casi debajo de los palos, desbarató la mejor ocasión del ACCS y sacó billete para Minsk, donde el Barça podrá defender su título. El proyecto ACCS tendrá que esperar… pero va por el buen camino.