La nieta de Eddy Merckx, nadadora y posible olímpica
Axana, que creció en Canadá y se entrena en Estados Unidos, pugna a sus 19 años por un puesto en el relevo 4x100 estilos de Bélgica para los Juegos de Tokio.
En los genes de Eddy Merckx (cinco Tours, cinco Giros y una Vuelta) hay madera de deportista. Su hijo Axel fue medallista en los Juegos de Atenas 2004 también como ciclista, mientras que su nieto Luca Masso, de padre argentino, ganó la medalla de oro en Río 2016 como jugador de la selección de hockey sudamericana. Ahora, su nieta Axana, hija de Axel, pelea por ser olímpica en natación, en este caso representando a la Bélgica en la que su abuelo es el mayor símbolo de todos los tiempos.
Axana, de 19 años, creció en Canadá, donde empezó a destacar como nadadora. Recientemente, se trasladó a Estados Unidos, a la Universidad de Arizona, donde la entrena el prestigioso técnico Augie Busch. Allí ha realizado progresos que le hacen soñar con una plaza olímpica en el 4x100 estilos, un relevo que en la modalidad de espalda, la especialidad de Axana junto a los estilos, está aún sin una clara aspirante. "Llevo soñando con los Juegos Olímpicos desde que era pequeño. Quiero hacer todo lo posible para llegar allí, ¿por qué si no lo haría?", comentó recientemente el diario Le Soir.
Actualmente, Valentine Dumont (estilo libre), Fanny Lecluyse (braza) y Roos Vanotterdijk (mariposa) tienen el puesto prácticamente asegurado. Pero nada parece seguro en la espalda. La compañera de edad Jade Smits (1.02.19) es actualmente un poco más rápida que Axana Mercxk (1.02.81), aunque aún quedan meses para que se dilucide esta vacante. La prueba individual le queda más lejos a la joven nadadora, ya que la mínima de la Federación Internacional de Natación (FINA) se sitúa en 1:00.25. "Realmente creo que me he convertido en una nadadora mucho mejor desde que estoy aquí", comentó en su universidad.
Axana es hermana de Aithina, la otra hija de Axel. La desgracia también asoló recientemente a la familia Merckx, pues la hija pequeña, de 14 años, padece un tumor desde hace más de un año y ya se ha sometido a 78 sesiones de quimioterapia. Recientemente, el padre, que ha seguido vinculado al ciclismo después de su retirada y se ha descubierto como uno de los grandes cazatalentos de su deporte, comunicó que el tumor se estaba encogiendo y que su hija descansaría del tratamiento. Una buena noticia que puede ir de la mano del billete olímpico de Axana, que sigue la saga de un apellido inmortal.