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GOLF

Cerco a los 'pegadores' en el golf

La Royal & Ancient y la USGA, los dos grandes entes normativos, están barajando modificar la normativa sobre el material y otras nuevas reglas ante el incremento de las distancias.

Cerco a los 'pegadores' en el golf
Kelvin KuoUSA TODAY Sports

La Royal & Ancient y la USGA parecen haberla emprendido con los 'pegadores'. Las dos instituciones, británica y estadounidense, que se encargan de hacer, deshacer y modificar las reglas del golf en función de los tiempos, están barajando cambios para controlar el aumento de las distancias que son capaces de hacer los jugadores hoy en día.

En primer lugar, se estudia disminuir la longitud máxima que se permite para las varillas de los palos de las 48 a las 46 pulgadas, así como otras nuevas especificaciones técnicas; en segundo, permitir a los comités organizadores de cada competición decidir dentro de unos parámetros qué material se puede utilizar.

Esta cruzada responde a lo que los legisladores del juego consideran una amenaza para el tinglado que, si no se ataja, puede dejar los campos actuales obsoletos en un futuro no muy lejano. "Si no abordamos este problema podría amenazar el porvenir de este deporte en todos sus niveles y en cada trazado en el que se juega", asegura el director ejecutivo de la USGA Mike Davis en declaraciones recogidas por Reuters.Su homólogo en la R&A, Martin Slumbers, es aún más categórico: "Esto es el primer paso adelante en el camino para que la R&A y la USGA cumplan con su responsabilidad ante la comunidad internacional del golf, para asegurar que el golf sobrevive los próximos cien años y más".

El problema se ha vuelto especialmente crítico desde que Bryson DeChambeau, conocido en sus inicios en el PGA por su afición por la ciencia y el particular diseño de sus palos, decidió apostar todo a la distancia. El californiano ganó peso, acopló a su driver una varilla de la máxima longitud permitida y empezó a sacudir a la bola como nunca se antes se había visto. El resultado fueron una media de 329 yardas (algo más de 300 metros) desde el tee, más que nadie en el circuito y un salto tremendo respecto a lo que era esta estadística hace una década. Para R&A y USGA algo "crítico", principalmente porque si esto se convierte en moda, los campos se quedan cortos.