Majadahonda, cantera de España
La sección femenina se ha convertido en la principal fuente de jugadoras de las selecciones nacionales, tanto en seven como en XV.
Si 'La Fábrica' del Real Madrid está en Valdebebas, la del rugby español no anda muy lejos. Concretamente unos 30 kilómetros al oeste, en el Valle del Arcipreste. Allí entrena y juega el Club de Rugby Majadahonda, convertido últimamente en una mina de oro joven y de muchos quilates para las selecciones nacionales femeninas.
Uno puede comprobarlo echando un vistazo a las últimas convocatorias de Pedro De Matías en el seven y de José Antonio Barrio en el XV. De las 21 citadas para la concentración de la modalidad olímpica este octubre, ocho fueron del Majadahonda; de las 30 a las que recurrió Barrio para preparar los partidos del Europeo de la vertiente clásica, previstos para el sábado pasado y mañana y finalmente pospuestos por la pandemia, cuatro llevan el distintivo del club madrileño, a la sazón un rinoceronte. De Matías llamó a Cecilia Huarte, Marta Cantabrana, Bruna Elías, Esther Robres, María Álvarez, Cristina López, María Marín y Rocío Rodera, muchas de ellas debutantes y algunas recién llegadas al club. Y Barrio contó con María Losada, Lucía Díaz, María García y Carmen Rodera (Teresa Bueso y Marta Estellés no fueron alistadas pero ya han estado otras veces en la rutina internacional).
Las tres últimas, Díaz, García y Rodera, están vinculadas a estirpes de larga tradición en el CRM y son jugadoras con amplía trayectoria internacional pese a su corta edad (ninguna nació antes de 1998). De hecho las dos Rodera, Rocío y Carmen, son hermanas, compañeras de tercera línea y quizá un perfecto ejemplo de la idiosincrasia familiar del club. "No es solo un equipo, todas nos cuidamos. A las que llegan nuevas se las acoge perfectamente, y eso llama mucho", resume Rocío, la pequeña.
Ese efecto llamada del que habla se traduce en que la sección femenina sénior tenga ahora mismo 72 jugadoras entre el primer equipo y el segundo y esté creando otro de formación. "Me decidí por la competitividad. Y además me ofrecieron pagarme la ficha, una beca de gimnasio, tres días de entrenamiento y un proyecto muy atractivo", señala Cecilia Huarte, una de las últimas en llegar. Y es que el Majadahonda ya es una potencia de la División de Honor. En las últimas cinco temporadas no ha bajado del tercer puesto y solo le ha faltado un título. En el seven ha ganado las tres últimas ediciones de la Copa de la Reina.
Atractivo
Parte de la fórmula del éxito está en un cuerpo técnico encabezado por José Antonio Cabanas, 'Kaba', y Nacho Del Río, en su cuarto año al frente de la nave majariega. "Ahora mismo somos unas siete personas, con analista de vídeo, la fisio es una crack... Y también podemos dar alojamiento a cuatro jugadoras de fuera", explican el crecimiento en los recursos del club, que en una disciplina amateur no ofrece salarios.
"Ya no solo fichamos, la gente viene sola. Hemos encontrado el equilibrio entre lo que había y las que han llegado. Eso ha sido la clave para competir año tras año", indican. Cierra orgulloso el alcalde de Majadahonda: "Saber que hay jugadoras del club en la Selección nos emociona. Sin duda son unas de nuestras mejores embajadoras".