Di Segni y Mota, reinas de AFL
Micol di Segni y Emily Mota se proclamaron campeonas del peso paja y átomo en el evento ALF Valkyries. Son las primeras campeonas femeninas de la promoción.
AFL regresó y lo hizo dónde lo había dejado hace siete meses. El 14 de marzo tenía programado realizar el primer evento íntegramente femenino en Europa. Un hito que tuvo que posponerse por la pandemia. La empresa española y su presidente, Fran Montiel, quieren apostar por las MMA femeninas y no dudaron en organizar el show en cuanto se pudo. Así, para este sábado programaron un cartel similar. Histórico por lo que significaba y fue un evento que hizo disfrutar a los 403 aficionados que pudieron darse cita, debido a las medidas restrictivas por la pandemia, en el pabellón de Sant Adriá de Besos (Barcelona).
El plato fuerte de la noche era los dos primeros títulos femeninos de la noche. En el duelo estelar se puso en liza el cinturón del paja, el cual se adjudicó la italiana Micol Di Segni, que se impuso a la francesa Audrey Kerouche por TKO en el tercer asalto. El combate estuvo decantado siempre para Di Segni, que venía de caer en las Contender Series. La italiana siempre intentó cruzar golpes. Tenía menos envergadura y eso le hizo ser valiente. Kerouche en el primer round estuvo muy evasiva, pero en la parte final su oponente dejó clara la hoja de ruta que iba a buscar. En la distancia no estaba conectando, entonces tras una finta llevó la pelea al piso. Trabajó el ground and pound para intentar que el referí parase el pleito. No lo logró en el segundo, pero si en el tercer acto. Apretó y tras una serie de golpes que no obtuvo respuesta se alzó con el título.
Antes, el honor de ser la primera campeona en la historia de AFL recayó en Emily Mota. La brasileña alzó el cinturón del peso paja al vencer por TKO en el cuarto asalto a Rita Marrero. La luchadora, afincada en Salou, fue una de las que más apoyo tuvo durante el show y eso se tradujo en una explosión de júbilo cuando el árbitro paró el combate. Aunque la nueva monarca brilló, tuvo un pleito difícil. Le costó leer a su oponente. Mota era más alta, por lo que su alcanza de piernas era mayor, pero el de Marrero era mayor en los brazos. Así, ambas fueron tranquilas en los dos primeros rounds. Acciones seleccionadas y sin arriesgar. Todo cambió al final de ese acto, ya que después de un buen uno-dos de la española, Mota la agarró, intentó la sumisión y logró el takedown.
Se le abrió el camino a Mota. La brasileña intentó desde ese momento los derribos y los logró. De nuevo en la parte final consiguió dañar a su oponente, esta vez con el ground and pound. En el cuarto acto Emily parecía más confiada. Lo estaba. En cuanto pudo llevó de nuevo el pleito al piso y comenzó con el ground and pound. Quedaba mucho y parecía cuestión de tiempo. Lo era. Marrero dio la cara, intentó esperar para que pasase el tiempo y llegase el minuto de descanso, pero con un codo Mota la cortó y al no haber respuesta de la española, el árbitro paró el duelo a falta de 20 segundos para el final.