Aschwin Wildeboer: adiós al príncipe de la natación española
El espaldista abandona la natación a sus 34 años después de una carrera exitosa con una medalla mundial, un diploma olímpico y 54 veces campeón de España.
A sus 34 años y después de más de 16 compitiendo como nadador absoluto, Aschwin Wildeboer anunció este mediodía en Sabadell, la ciudad de su vida, que abandona la natación y que seguirá vinculado como entrenador de las categorías inferiores del propio club. Sigue así los pasos de su padre Paulus, quien en 1979 llegó al CN Barcelona como entrenador e inculcó su pasión por el agua a sus hijos Aschwin y Olaf. Aschwin logró ser durante una década el icono de la natación española junto al cordobés Rafa Muñoz.
"Todos me conocen por ser una persona muy feliz, despistada y despreocupada. En parte lo soy. Y si lo soy es gracias a todo lo que me ha dado la natación. Volvería a hacer un millón de veces el mismo camino", comentó el sabadellense. Aschwin deja 54 campeonatos de España y 46 récord nacionales en el ámbito doméstico, pero su mayor mérito lo logró con sus apariciones internacionales, lo que lo convirtieron en uno de los mejores espaldistas de la pasada década.
En 2009, en los Juegos Mediterráneos de Pescara, batió el récord del mundo que estaba en poder del estadounidense Aaron Peirsol en los 100 espalda, con un tiempo de 52.34. La confirmación de un estado de forma que le había llevado en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 a nadar la final y finalizar en séptima plaza. "El mejor momento de mi carrera fue antes de nadar esa final cuando abracé a mi padre", comentó.
Durante su carrera profesional en piscina larga también fue bronce en los 100 metros espalda en el Mundial de Roma 2009 y tres veces cuarto en los 50 metros, además de dos veces campeón de Europa (2008 en 200 metros espalda y 2011 en 50 metros espalda) y plata mundial (2010 en 50 metros espalda) en piscina corta.