Inyección de autoestima del Logroño frente al Fuchse Berlín
El euipo9 riojano supo aguantar su ventaja mínima en los últimos segundos para mantenerse vivo en la competición europea
El Logroño La Rioja ha logrado este sábado su primera victoria en la fase de grupos de la Copa EHF y se ha dado un baño de autoestima al vencer con merecimiento por un exiguo 26-25 al favorito a ganar la competición, el Füchse Berlín.
El equipo de Logroño ya ha demostrado su calidad y su capacidad para jugar a un nivel alto en bastantes ocasiones, pero también en otras ha evidenciado su falta de aplomo y de fondo en los finales de partido, en especial ante plantillas más completas y físicas.
Probablemente conscientes de ello los logroñeses hicieron al final un sobre-esfuerzo que, esta vez si, les permitió retener el triunfo y, por lo menos de momento, verse con opciones de pasar a la siguiente ronda.
El partido fue, desde el inicio, uno de los mejores que ha visto Logroño esta temporada tanto por la calidad que había en pista como por el interés que pusieron los dos equipos.
Porque aunque empezó un poco frío, el Berlín comprendió pronto que iba a tener pocas facilidades y tuvo que emplearse a un ritmo alto para contrarrestar la intensidad ofensiva de los riojanos, comandados por Scott (5 goles antes del descanso) y Kukic (4).
El central danés Jacob Holm (el mejor del partido) fue quien mejor comprendió el partido en el equipo alemán, se atrevió a irse contra la defensa española en muchas ocasiones y así aguantó a su equipo en el partido.
Además, el portero alemán Martín Ziemer tuvo media docena de intervenciones decisivas, que impidieron que el Logroño llegara al descanso con una renta mayor a los dos goles (13-11).
En el segundo tiempo los dos equipos tuvieron muchos más nervios y eso impidió a unos y otros hacer el papel que les hubiera gustado; los riojanos no tuvieron tranquilidad casi en ningún momento y los alemanes fueron incapaces de imponer su juego y lo pagaron al final.
El Berlín empezó el segundo tiempo con malos ataques (17-12) y solo dos de sus jugadores, los daneses Lindberg y Holm lograron en esos minutos que el agujero en el marcador no fuera mayor.
Pero en lugar de forzar más en ataque, el equipo alemán cambió su defensa, metió muchos más "kilos" y colocó en adelantado a Matthes para que ni Balenciaga ni Kukic pudieran pensar; esa táctica, unida a un par de errores de Gardiandia, hizo que el Logroño no se fuera en el marcador, aunque siempre siguió por delante.
Hasta que encaró la "temida" recta final de cinco minutos con dos goles de ventaja (23-21) y decidió da run paso adelante para no hundirse como en otros partidos de este tipo.
No lo hizo ni tras la exclusión de Kusan y el balón al poste de Ligetvari; ni cuando Kopljar puso el 25-24 en el marcador con dos minutos todavía por jugar.
Balenciaga marcó el último gol para los riojanos y Javier Muñoz, de penalti, el de los alemanes con un minuto de partido por delante; entonces apareció un golpe de madurez de los riojanos, que decidieron que no se jugara más y lo consiguieron, incluso con los segundos "añadidos" al reloj por los colegiados, que no sirvieron para que el Logroño perdiera su merecido triunfo