Tiger guía a Estados Unidos a la remontada en la President's Cup
El equipo norteamericano, comandado por un Tiger de récord, selló su undécimo triunfo en la President's Cup con una remontada inédita.
"Somos todos un producto de Tiger, cuando éramos jóvenes él destacaba y aprendimos esa mentalidad competitiva", decía Justin Thomas del capitán-jugador del equipo estadounidense antes de arrancar la President's Cup. Y fue el Tigre quien, tras un primer día aciago, que terminó con un 4-1 en el marcador para el equipo internacional, dijo que no estaba todo el pescado vendido. Y fue Woods quien, este domingo, tras no jugar en la sesión del sábado "por el bien del equipo", abrió fuego en la última carga estadounidense, la de los partidos individuales, que arrancaban con 10-8 a favor de los internacionales, a seis puntos de retener la copa en Melbourne.
No pudo ser para el combinado dirigido por Ernie Els, un tiburón sudafricano que se agenció cuatro majors en su esplendor y que ha estado cerca de guiar a un equipo con siete novatos y muchas papeletas para ser aplastado a su primera victoria en el torneo desde 1998 (consiguieron empatar en 2005). Tiger marcó el tono con un triunfo por 3&2 ante el mexicano Ancer, que llegaba inmaculado a la cita con un empate y tres triunfos en los días anteriores. Fue desatar a la bestia, un súper equipo americano, un Dream Team, que esta vez sí sacó el coraje que no tuvo en la Ryder del año pasado en París.
A ratos cuestionado, el debut de Tiger en la competición en un rol de capitán-jugador ha terminado siendo exitoso. Su disciplina militar ha guiado a los suyos a una remontada inédita en 25 años de historia de la competición: "Mi responsabilidad como jugador es ganar un punto cada vez que salgo al campo". En esta edición ha sumado tres y, con 27 en total, ya tiene el récord de la cita, que le ha quitado a su viejo amigo y rival Phil Mickelson (qué tortura la suya coincidir en el tiempo con el Tigre). Nada nuevo bajo el sol.