"De Noya no se puede dudar"
Ningún deporte puede presumir de tener tres candidatos al podio en Tokio 2020. El triatlón, sí. Mario Mola, Javier Gómez Noya y Fernando Alarza charlan del reto con AS.
El 27 de julio de 2020, si no ocurre nada extraño, tres españoles se lanzarán al agua en Tokio para iniciar el triatlón. Y los tres partirán con opciones de medalla. En ningún otro deporte la baraja de candidatos es tan amplia. Mario Mola (Palma de Mallorca, 29 años) ha dominado el campeonato mundial tres ediciones seguidas (2016, 2017 y 2018) y esta temporada, en la que tuvo un inicio condicionado por problemas físicos, sólo el francés Vincent Luis ha podido con él.
Javier Gómez Noya (Basilea, 36) es la leyenda. Quíntuple campeón mundial (entre 2008 y 2015) ha hecho este año el "antinatural" viaje de vuelta a la distancia olímpica desde la larga y, compitiendo contra rivales a los que saca 15 años, ha acabado tercero en la general de las Series Mundiales.
Fernando Alarza (Talavera de la Reina, 28), cuarto tras el gallego, ya sabe lo que es subir al podio en varias pruebas del circuito mundial.
Sólo Gómez Noya, el hombre que ha llevado al triatlón a otra dimensión en su lucha con los hermanos Jonathan y Alistair Brownlee, sabe lo que son los laureles olímpicos con su plata en Londres 2012. Para Río, orientó toda su preparación al oro, y una caída tonta en un entrenamiento un mes antes le partió un brazo y el alma. Mola, señalado como favorito, fue octavo en Río, preso de una emboscada de los británicos. Los tres, relajados, se sentaron con AS en Pontevedra, durante la celebración del reciente ProTour FETRI, para hablar de los Juegos que vienen y que ya están en su cabeza.
—Mola: En mes y medio arrancamos a prepararlos y sientes que es un año diferente porque somos conscientes de que, aunque todas las pruebas son importantes y nos gusta estar bien cuando competimos, el hecho de querer llegar a tope a julio de 2020 condiciona un poco todo.
—Noya: ¡No hay que perder el norte! Descargas un poco más el calendario pero, al fin y al cabo, es una carrera de distancia olímpica. Está claro que la preparación es más exhaustiva y enfocada a ese objetivo, y que las otras carreras las utilizas más de preparación, pero al final entrenas siempre duro y no puedes volverte loco ni querer machacarte el doble y hacer cosas a las que no estás acostumbrado. Simplemente, debes ser lo más eficaz posible. De momento, hay que llegar a la salida. Hay mucha gente, y yo entre ellos como me ocurrió por un accidente poco antes de Río, que se queda por el camino. Una vez que llegas, debes intentar estar sano, en forma y luchar al máximo.
—Alarza: Los Juegos son una motivación especial y el objetivo más importante porque se disputan sólo cada cuatro años. Un evento así tienes pocas oportunidades de vivirlo durante tu carrera deportiva. Pero, como dice Javi, no hay que salirse de lo que haces cada temporada. Siempre intentamos lograr el cien por cien del rendimiento y lo que hagas de más puede pasarte factura. Hay que planificarlo bien, limpiar algo el calendario y centrarse. Sobre todo, quiero disfrutar de un evento tan grande.
—Noya: Ninguno fuimos al test olímpico (en agosto) porque nos jugábamos las Series Mundiales, pero parece un circuito técnico, no demasiado complicado por la orografía. Es bastante llano, no tiene mucha historia. Pero creo que el calor y la humedad pueden marcar el desarrollo de la prueba y convertirla en una carrera pesada y bastante lenta. Va a ser importante adaptarse al calor. Es un estrés extra para el cuerpo. Buscaremos sitios similares y haré sesiones específicas en casa con rodillo reproduciendo las condiciones para que el cuerpo se familiarice con esa sensación desagradable.
—Alarza: La temperatura del agua es el problema mayor, porque estás unos 17 minutos a 29 grados y con dos más se cancelaría la competición. Pero hemos competido ya en condiciones de mucho calor y humedad como en Bermudas, México o incluso en la final de Lausana este año. Yo entreno en Alicante y creo que ese clima me vendrá bien para preparar Tokio.
—Mola: Es cierto que en 2020 el Mundial seguirá siendo un objetivo importante, pero secundario. Ahí están las pruebas de mayor nivel, en las que puedes ver perfectamente cómo estás y te permite situarte respecto a tus rivales.
—Alarza: El triatlón es un deporte individual, pero si por circunstancias de carrera nos vemos al final todos en el mismo grupo en Tokio, podría haber colaboración, yo siempre prefiero que gane un español a otro rival. Si coincidimos en el mismo grupo, trabajaremos por los intereses de todos.
—Noya: Ojo, porque esta temporada, sumando todos los que subieron a podios en las Series Mundiales, salen quince. Y cualquiera de ellos te puede ganar en los Juegos. Si el Mundial está abierto, Tokio también lo estará.
—Mola: ¡Tú también subiste al podio después de volver al Mundial tras un año en larga distancia! Sí, sí. ¡Javi nunca se fue, aunque no compitiera!
—Noya: ¡Te prometo que el año próximo me centro! (Bromea).
—Mola: (Se ríe) ¿Por qué uno tiene que dejar de hacer lo que le gusta si demuestra condiciones para estar ahí arriba? En ningún momento consideré que te hubieses ido y vi normal que, después de tantos años, buscaras otras motivaciones. A partir de ahí, nunca pensé que no tuvieras posibilidades para volver a rendir en la distancia olímpica, en la que mejor te has desenvuelto siempre.
—Noya: Y claro que se puede ser campeón olímpico con 37 años. Hay ganadores de la Vuelta a España o campeones del mundo de ciclismo con casi cuarenta. El triatlón es un deporte relativamente joven y quizá por eso no hay precedentes. Lo importante es encontrarse bien y hacer tus tiempos en los entrenamientos. La edad, al menos de momento, no me parece un factor limitante.
—Mola: Es difícil dar una respuesta al porqué de nuestros éxitos. Yo he tenido siempre en España referentes de primerísimo nivel como Noya o Iván Raña (primer campeón en 2002) y eso me ha hecho creer que, con trabajo y dedicación, era posible estar ahí. Pero después se deben dar otros muchos factores. Lo que hay que hacer es valorar lo que tenemos hoy y, sobre todo, intentar aprovecharlo. Sentar las bases para que las nuevas generaciones tengan la misma ilusión y ganas por llegar a vivir de esto.
—Noya: Está claro que se podría valorar más lo que hemos logrado. Los tres llevamos muchos años a un nivel alto, y antes Raña, y se ve como algo normal, casi natural. Cuando comencé a practicar este deporte, a finales de los noventa, daban algunas carreras de Copa del Mundo por la tele y de repente decías: "¡Creo que se ha visto a un español!". Y eso era lo máximo a lo que aspirabas. En este Mundial hemos sido segundo, tercero y cuarto. Y en los anteriores siempre ha habido gente en cabeza. Espero que esto no se quede en algo momentáneo y ayude a los que vienen por detrás. Que se trabaje duro para continuar con estos resultados.
—Mola: Sin embargo, es difícil vernos compitiendo juntos en España (lo hicieron en el ProTour de Pontevedra). Tuvimos una prueba de Series Mundiales en Madrid y allí fue donde pude ver por primera vez a gente del máximo nivel. Y siempre es más fácil competir en casa que irte fuera. Espero que se pueda recuperar pronto.
—Noya: ¡Es una pena! Vivimos Madrid durante varios años y era muy bueno para el triatleta español. Ojalá vuelva allí o en otra ciudad que apueste por traer el espectáculo del triatlón. ¡Qué mejor época que esta, con varios españoles peleando por todo!
GÓMEZ NOYA, LA LEYENDA
Javier Gómez Noya, nacido en Basilea (Suiza) hace 36 años pero criado en Galicia, es el único triatleta que ha ganado cinco Mundiales. En 2017 dejó el circuito para adentrarse en la larga distancia e intentar ganar el Ironman de Hawái. Fue 11º, y este año decidió volver a la distancia olímpica. Con éxito (tercero).
MARIO MOLA, EL SUCESOR
Mario Mola (Palma de Mallorca, 29 años) tomó el testigo de Gómez Noya y ganó los Mundiales de 2016, 2017 y 2018. Este año, tras sufrir muchos problemas físicos, sólo el francés Vincent Luis logró superarle en la clasificación. Ha mejorado en la natación y su 10.000 final es demoledor.
Fernando Alarza (Talavera de la Reina, Toledo, 28 años) fue campeón del mundo júnior y subcampeón en Sub-23. En 2016 subió al tercer puesto del cajón en las Series Mundiales y esta temporada ha finalizado cuarto por detrás del galo Luis, Mola y Noya. Sigue creciendo y aspira a más.