Katie Taylor amplia su reino
Katie Taylor derrotó por decisión unánime a Christina Linardatou para ser campeona mundial WBO del superligero. Anthony Crolla derrotó a los puntos a Frank Urquiaga.
Katie Taylor ya se puede codear con los grandes nombres del boxeo irlandés. Solo dos púgiles de su país habían logrado ser campeones mundiales en dos categorías diferentes (Steve Collins y Carl Frampton). Ella se sumó a la lista este sábado al derrotar por decisión unánime (96-94, 97-93, 97-93) a Christina Linardatou por el Mundial WBO del peso superligero. También es monarca unificada (WBC, WBA, IBF y WBO) del ligero y ahora debe elegir el camino que quiere tomar. "Es momento de disfrutar", aseguró sobre el ring del Manchester Arena. Lo tiene merecido, aunque deja en vilo a muchas boxeadoras, entre ellas Miriam Gutiérrez, que disputará el Mundial WBA Interino del ligero el 29 de noviembre.
La última pelea de Taylor fue en la que más sufrió. La irlandesa aprendió que no puede conceder tanto a sus rivales y que debe ser fiel a su estilo. Tras tomarse un asalto y medio para encontrarle el tiempo a su oponente, la aspirante comenzó a lucir. Esquivó de manera brillante, contragolpeó y salía de la distancia. Dos golpes y dejaba fuera de cualquier contragolpe a su oponente. Taylor demostró la calidad que atesora, pero el fuelle le empezó a fallar desde el séptimo asalto. Linardatou, por su parte, parecía diesel. Siempre sacó mucho trabajo, fallase o no.
Los rounds finales fueron mas cerrados. Taylor notó el cansancio y comenzó a golpear menos. Esquivaba, pero le faltaba algo de ritmo. El ímpetu fue cosa de la campeona, que no se cansó hasta el final. Katie Taylor supo controlar y acabó alzando el WBO del superligero. Su objetivo estaba conseguido y su felicidad era plena. "Estoy viviendo un sueño", concluyó.
Crolla derrotó por decisión mayoritaria a Frank Urquiaga
La velada en Manchester cambió de orden sus combates principales a última hora. En el estelar, tras la modificación, quedó encuadrada la despedida del boxeo de Anthony Crolla, quien se fue con victoria... pero sin lucir. Frank Urquiaga planteó una batalla tremenda al británico y cayó por decisión mayoritaria (95-95, 98-92 y 97-93). El hispano-peruano, que tuvo que ser vendado dos veces ante las protestas del equipos local, salió convencido de amargar el adiós a Crolla, al que sorprendió los tres primeros asaltos.
Manejó la distancia a la perfección, entraba, pegaba sus manos y salía. Lo hacía con gran velocidad, lo que incomodó en exceso al excampeón mundial. Franky lograba quitarse los golpes de su oponente con una gran cintura y contragolpeaba con criterio. Con el hook al hígado destrozó al de Manchester, que llegó a pasarlo mal, pero desde el cuarto asalto Crolla comenzó a encontrarse. Cada vez estaba más cómodo y sacaba más trabajo. Urquiaga, por su parte, fue bajando su ritmo y se le encontraba más cansado. Con el jab, el británico siempre impactaba, lo que le iba dando los asaltos.
Urquiaga se fue apagando a la vez que dejó de percutir a la zona de flotación a su rival y Crolla, sin llegar a ser superior, puso la balanza de su lado. A falta de dos asaltos, el excampeón mundial también comenzó a notar el paso de la pelea, lo que hizo que Urquiaga se viniese arriba. Sacó lo que tenía, recuperando los golpes abajo, mientras el británico se movía. El Franky de las grandes noches volvió a aparecer en Manchester, pero como le pasó en Finlandia se quedó a las puertas de la victoria. El respeto del público inglés se lo llevó de calle. Después los fans se rindieron a su gran campeón. Crolla ya es historia del boxeo inglés.