McGregor se declara culpable por agresión y evita la cárcel

Conor McGregor cierra un nuevo capítulo con la justicia. El luchador tenía este viernes la vista por la agresión que cometió con un hombre en un bar de Dublin el pasado mes de abril. Estaba acusado de agresión, un delito un delito, que con la legislación irlandesa, podría costarle seis meses de prisión o una multa máxima de aproximadamente 1.500 euros. Finalmente, ha salido mejor parado al reconocer su culpabilidad (en la primera vista, el 11 de octubre, pidió un aplazamiento). McGregor no recibió pena de prisión al considerar la juez que "era desproporcionada por los actos que había cometido". Por ello, le condenó únicamente a una multa de 1.000 euros.

El irlandés había pedido disculpas públicas, en una entrevista en ESPN, tras hacerse público el vídeo de la agresión en agosto. Un hecho que repitió este viernes ante la juez. "Les aseguro que nada de esto volverá a suceder", aseguró. En las imágenes que se presentaron en el juicio, se vio como McGregor entró al bar a promocionar su whisky, Proper 12. Golpeó un vaso delante de un hombre, al que después dio un puñetazo. Mientras, Jason O'Carroll de la policía nacional irlandesa, aseguró que el luchador "obligó al hombre a beber y ante su negativa se generó el altercado", según informa ESPN. Además de la sanción, McGregor se ha disculpado personalmente con el agredido y le ha compensado económicamente.

Una vez cerrado su último problema con la justicia, McGregor ya se centra en su regreso a la competición. El 24 de noviembre aseguró en un acto en Rusia que pelará de nuevo el 18 de enero en un combate en Las Vegas. Por el momento no se ha desvelado el rival, pero el irlandés ya se encuentra trabajando para volver. The Notorious no se mete en el octágono desde el UFC 229 (6 de octubre de 2018), cuando fue sometido por Khabib Nurmagomedov.