Sudáfrica en dos colores
Las cuotas raciales marcan la lista de los Springboks, que debutan este sábado en un choque de trenes contra los All Blacks, vigentes campeones.
Un choque de trenes marca la segunda jornada del Mundial de rugby de Japón. Nueva Zelanda y Sudáfrica se miden el que quizá sea el partido por antonomasia de este deporte con el liderato del grupo B en juego.
De un lado los All Blacks, reyes del globo en 1987, 2011 y 2015, que liderados por Beauden Barrett, seguramente el mejor jugador del mundo, parten como favoritos a conseguir su tercer título seguido, algo difícilmente igualable en deportes de equipo. Del otro los Springboks, campeones en 2007 y en su primera participación, en 1995. Boicoteados hasta entonces por el Apartheid, ese triunfo supuso una transformación en la selección: de símbolo del racismo a instrumento de reconciliación nacional.
Alineaciones
En aquel equipo, sin embargo, sólo figuraba un jugador de color, el ala recientemente fallecido Chester Williams, y la proporción ha ido creciendo lentamente (dos en 1999, cuatro en 2003, cinco en 2007 y siete en 2011 y 2015, de unas listas que fluctúan entre 30 y 32 jugadores). El Gobierno sudafricano considera que son pocos en un país de más de 58 millones con un 80,7% de negros y un 7,9% de blancos según el Departamento de Estadísticas nacional. Por eso desde hace años viene pidiendo a la federación que equilibre el balance interracial a través de cuotas.
El objetivo final es la paridad y Rassie Erasmus, seleccionador y director de rugby federativo, se ha aplicado en ello. Al poco de asumir el cargo, el año pasado, nombró a Siya Kolisi el primer capitán negro de la historia del equipo y en su lista para el Mundial hay 11 jugadores de color de 31, algo más de un tercio. No todos están de acuerdo con la medida, incluido el propio Kolisi, que cree que Nelson Mandela no habría estado de acuerdo y aseguró hace poco: “No quiero ser elegido por el color de mi piel”.
Argentina y Francia, a vida o muerte
No sólo Nueva Zelanda y Sudáfrica acapararán focos. Francia y Argentina se juegan de salida sus opciones de acompañar a Inglaterra a los cuartos de final desde el grupo C. Y en el D, Australia debuta ante la exhuberante Fiyi en un encuentro que promete diversión y fuegos artificiales. El Mundial arrancó oficiosamente el viernes, pero empieza de verdad hoy.