Sergio García pone otra pica española en Holanda
El de Borriol selló el séptimo triunfo español en el KLM Open desde que forma parte del European Tour y su primero en esta temporada.
El KLM Open de Holanda vuelve a tener sabor español. Gracias a Sergio García, artífice este domingo, con una tarjeta total de -18, del que ya es el séptimo triunfo de un golfista nacional en la cita desde que se configuró el European Tour en 1972. El último eslabón de una cadena empezada por Severiano Ballesteros, con triplete en 1976 (su primer trofeo), 1980 y 1986 y continuada por José María Olazábal, en 1989; Miguel Ángel Jiménez, en 1994, y Gonzalo Fernández Castaño, en 2005, hasta llegar a él.
Es la primera victoria en una temporada de luces y sombras para el castellonense (la 16ª en su carrera en Europa). Cinco top-10 en el PGA Tour y otros tantos en el European, fallando el corte en el Masters y el PGA Championship y con un top-52, en el British Open, como mejor resultado en los majors se antojaba poca cosa para un campeón en Augusta (2017) y una leyenda de la Ryder (el jugador que más puntos ha sumado de la historia).
Esta vez no hubo pataletas con los búnkers ni lanzamiento de palos. García se centró en su juego y estuvo en la pomada desde el primer día, acosando a Shinkwin hasta quitarle el liderato el sábado con un vueltón de -6. Este domingo, el español y el inglés salieron juntos a la última ronda en el International de Amsterdam. Sergio empezó como un tiro, cuatro birdies y un bogey en los cinco primeros, se le aparecieron los demonios con bogeys al seis y siete y se rehizo en los segundos nueve, justo cuando Shinkwin empezaba a claudicar con un doble bogey al 10. Birdies en el 11, 15 y 16 dejaban al de Borriol con dos golpes de ventaja para la recta final.
Falló en el 17 pero ya no había espacio para la remontada en el pelotón que venía por detrás. Shinkwin terminó quinto y el segundo puesto fue para el danés Hojgaard. Son ya 21 temporadas desde su primer triunfo, y nueve seguidas ganando para Sergio. Como el año pasado, en su mágica Ryder de París, vuelve por sus fueros en septiembre.