El Lomachenko más cerebral aplasta a Campbell en Londres
Vasyl Lomachenko derrotó por decisión unánime a Luke Campbell. Retuvo los mundiales WBA y WBO del peso ligero y ganó el WBC, que estaba vacante.
Vasyl Lomachenko es como un coche diésel. Es capaz de alcanzar una gran velocidad, pero necesita ir poco a poco. De menos a más. Ese es el estilo del ucraniano. El plan lo volvió a repetir este sábado en el O2 Arena de Londres. 'Loma' puso una velocidad crucero para 'disfrutar del paisaje' y ganó con claridad. Apretando cuando quería y controlando el resto del tiempo. Luke Campbell fue un rival duro, lo que hizo que no perdiese la cabeza en ningún momento para dar su máxima aceleración. Tuvo al borde del KO al británico en el quinto asalto y en el undécimo, el campeón logró una cuenta la segunda vez... pero en esta ocasión la victoria llegó en las cartulinas. Triunfo por decisión unánime (119-108, 119-108 y 119-109) para Lomachenko y su sueño unificatorio más cerca: ya es campeón WBC, WBA y WBO del peso ligero.
Campbell fue valiente y salió a dominar. Muy concentrado, Lomachenko se quitaba el jab del británico, quien no se atrevía a lanzar su derecha e iba un tanto cauteloso, con el simple amago del ucraniano reculaba. Con una facilidad pasmosa, y sin necesidad de subir de revoluciones, Loma comenzó a decantar el combate de su lado. Esquivaba o blocaba a su rival y el llegaba con menos manos, pero todas certeras. Su velocidad de golpeo era como un rayo. Un visto y no visto, lo que provocaba que Campbell se diese cuenta de la mano cuando la había recibido. Llevó el pleito al 50% de esfuerzo y en el quinto asalto apretó. Con una izquierda recta a la contra hizo daño al inglés. Aprovechó su momento y con una mano abajo dejó muy tocado al aspirante. Las cuerdas, y sobre todo, la campana evitaron el KO.
Aunque lo tuvo en sus manos, Lomachenko no buscó el final a lo loco. Entregaba el primer minuto del asalto al británico, que se recuperó bien, y después apretaba para perseguir el KO. Lo hacía siempre con cautela. Loma es consciente de que ha subido varias categorías de peso y que los golpes de sus oponentes duelen más. Tomar menos riesgos siempre es la opción más inteligente. Así lo hizo, las manos que recibió las resistió bien y nunca se vio en serios aprietos (lo máximo un golpe abajo que le frenó). Con su velocidad de crucero mandó y con una izquierda recta al hígado hizo daño a Campbell. La acompañó con una serie de otros tres golpes. Dos más abajo y uno arriba. Letal. El británico acabó cayendo y se rehizo. Un Lomachenko alocado podría haber noqueado, también en el último round, pero podía perder más que ganar. Volvió a regular. Apretó hasta un punto y esperó. Victoria a los puntos, exhibición y el ídolo también sabe ganarse a las masas: "El público inglés es el mejor del mundo", aseguró. Después, su promotor, Bob Arum, apuntó a la unificación. El Lomachenko más cerebral se lució en Londres.