Portela y Garrote, dos bronces que valen los Juegos
La gallega de 37 años será la española con más participaciones olímpicas (6) y logra su 15ª medalla en Mundiales. Roza y Vázquez, plata en K2 500 (no olímpico).
Los K1 200 españoles, las balas del piragüismo, estarán en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Y lucharán por medalla. Porque Teresa Portela y Carlos Garrote amarraron dos bronces en los Mundiales de Szeged (Hungría) con el premio doble del pasaporte olímpico porque los cinco primeros ganaban plaza. La jornada la redondearon Pelayo Roza y Pedro Vázquez con su plata en K2 500, prueba que salió del programa olímpico. Dos asturianos aún de categoría Sub-23 que abrocharon el quinto metal para España.
Primero fue Teresa Portela, gallega de Cangas de 37 años, la que dio la campanada. Con suspense. La inalcanzable neozelandesa Lisa Carrington, invicta desde 2011, marcó la estela (39.39) y por detrás Marta Walczykiewicz, Emma Jorgensen y la incombustible 'Teri' pelearon los metales. La plata fue para la polaca, y la danesa y la española entraron terceras con el mismo tiempo (41.34) y una sola décima de la segunda. A los pocos minutos, se confirmó el bronce 'ex aequo'. ¡Bingo!
Portela, maestra infantil y fisioterapeuta, se abrazó a su hija Naira, de cinco años, que la esperaba con una camiseta con el lema "¡Vamos mamá!", y a su marido, el expalista David Mascató. Era su 32ª medalla internacional (15 en Mundiales en 14 participaciones) y lo celebró exultante en el podio. Acababa de entrar en la historia porque estará en sus sextos Juegos, récord femenino en España por delante de Arantxa Sánchez Vicario (tenis), María José Rienda (esquí), María Peláez (natación) y Pilar Fernández (tiro). Iguala a Manel Estiarte (waterpolo) y al jinete Álvarez Cervera. El marchador Chuso García Bragado tiene siete.
A Portela, gran dama de la piragua, le alimenta el sueño de subir a un podio olímpico. "¡Quien la sigue la consigue!", advierte. Fue cuarta en Londres por dos centésimas, quinta en Atenas y Pekín y sexta en Río. De momento, la peleará. "Estar entre las cinco primeras del mundo es estar con opción de medalla, y nos separan milésimas", avisa.
Unos minutos después, llegó el 'garrotazo' en forma de salida fulgurante del zamorano Carlos Garrote (28 años), que defendía su título de campeón mundial que logró en 2018 en Montemar-O-Velho. En un pulso tremendo, fue superado al final por el campeón olímpico, el británico Liam Heath (34.86), y el serbio Strahinja Stefanovic (+0.18). Marcó 35.12 y soltó la tensión.
Porque Garrote ha vivido un año difícil, en el que ha lidiado con el peso de la púrpura. En los selectivos españoles de abril fue superado por Carlos Arévalo, pero la Federación le dio una oportunidad en la Copa del Mundo de Duisburgo, allí superó al gallego y se ganó el billete para el Mundial. Aún así, es una plaza para el país, no personal. Portela, con menos competencia, tiene asegurado Tokio. Él ha dado un paso. Pero no definitivo.
EL K4 DE CRAVIOTTO, SOLVENTE
Por la tarde, el renovado K4 500, de Saúl Craviotto, Marcus Cooper, Rodrigo Germade y Carlos Arévalo (entró en cuarteto por la renuncia hace mes y medio de Cristian Toro) se metió en la final del domingo (13:20, TDP) ganando su semifinal. Marcaron el tercer mejor tiempo (1:20.27) tras Eslovaquia y la campeona Alemania. Los siete primeros europeos irán a Tokio 2020.
Más sufrieron los actuales subcampeones mundiales de K1 1.000, Paco Cubelos e Iñigo Peña, que fueron terceros en su semifinal y deben mejorar el domingo (12:00).