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MUAY THAI

Rolland quebró el sueño de Coello en el Ramón de Carranza

Daren Rolland se proclamó campeón mundial WBC de muay thai del peso pluma al noquear a Carlos Coello en el segundo asalto. Desireé Rovira, cayó por el WBC Internacional.

Daren Rolland y Carlos Coello tras su combate.

Con la zamarra amarilla del Cádiz y recorriendo el mismo camino que Mágico González o Kiko Narváez, Carlos Coello cumplió su sueño. Quería pelear en el Ramón de Carranza. Lo hizo ante casi 3.000 seguidores que llenaron de colorido y chirigotas el templo cadista. La ambición del gaditano iba un punto más allá y para honrar el estadio de su equipo puso un título a la altura. Coello se jugaba el Campeonato Mundial WBC del peso pluma, uno de los más prestigiosos, ante el francés Daren Rolland. Una de sus peleas más difíciles e importantes y como tal la disputó. Muy serio, mandando… pero con un codazo Rolland le dejó KO y le robó su sueño en el segundo asalto.

Coello se enfrentaba a un rival inusual para él. El gaditano se exprime mucho para dar el peso y suele ser más alto que sus rivales, pero en esta ocasión no era así. Debía cuidarse de los golpes lejanos y acortar la distancia. Así lo hizo de inicio. Rolland salió a imponer su distancia con sus piernas, pero Carlos le supo frenar bien y contragolpe con dureza. Disputó un round muy serio. Blocando y devolviendo. En el segundo asalto todo se embarulló un poco. Ambos acababan en agarrones constantes en los que Coello sobresalía. Su estilo tailandés era clave. A por uno de ellos iba el gaditano cuando Rolland se quedó a medio giro. Antes de que Coello pudiese blocar sus dos brazos, el francés se dio la vuelta y conectó su codo derecho en el mentón del español. Ahí se acabó el combate y el sueño de Carlos, de momento, porque el gaditano siempre vuelve. Lo intentará otra vez.

Desireé Rovira no pudo con Solinas

Finalizó el combate y Desireé Rovira se fundió en un abrazo con su rival Elisabetta Solinas. Ambas habían ofrecido una gran guerra al público del Carranza. Las emociones estaba a flor de piel y la gaditana se echó a llorar antes de escuchar el veredicto. El resultado casi era lo de menos. Había cumplido un sueño, como había revelado a As, y el aprendizaje que saque de esta pelea le servirá en el futuro. Solinas estuvo más acertada y se llevó la pelea (por decisión unánime) y el WBC Internacional del mosca.

Solinas salió decidida a hacer más que su rival. Sonó la campana y la encerró contra las cuerdas, y ahí soltó golpes con todo. Sabía que tenía que mostrarse más activa al pelear fuera de casa, y lo hizo. En el primer asalto Rovira se vio sorprendida, en los siguientes mejoró, pero la rapidez de manos de la italiana era muy complicada de gestionar. Desde el cuarto asalto Desireé impuso su distancia y fue mejor. El derroche físico pasó factura a Solinas, pero los tres rounds iniciales cayeron de su lado y el camino estaba hecho.