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NATACIÓN | GWANGJU 2019

Italia saca músculo con la eterna Pellegrini y con Paltrinieri

La nadadora ganó a sus 30 años el 200 libre y suma medallas en esta prueba en los últimos ocho Mundiales. El fondista batió el récord de Europa en los 800 libre.

Corea del Sur
Federica Pellegrini.
OLI SCARFF

En 2004, con apenas 16 años, Federica Pellegrini debutó en los Juegos Olímpicos de Atenas con una plata en los 200 libre. Todo un acontecimiento en la natación italiana. La nadadora se convirtió en un icono en su país, una mezcla de glamour y excelencia deportiva, representante ideal para una natación que bajo su figura se ha convertido en una de las grandes potencias del momento, que demostró en la cuarta jornada de finales del Mundial de Gwangju.

Antes de que Pellegrini hiciera historia una vez más, Gregorio Paltrinieri se adjudicaba los 800 libre y batía el récord de Europa con un tiempo de 7:39.27, a siete segundos aún del récord del mundo del nadador chino Zhang Lin en Roma 2009 con bañador mágico. Paltrinieri dominó la prueba desde los 250 metros y nadó en solitario, una lucha contra el cronómetro. Ningún nadador le inquietó pese al sprint del danés Henrik Christiansen en la parte final (7:41.28), que le valió para ser plata superando por décimas al francés David Aubry (7:42.08). Un podio muy europeo, con el australiano Jack McLoughlin en cuarta posición (7:42.64) y el chino Sun Yang en sexto lugar (7:45.01).

Después de ese derroche de fuerza y de talento italiano, Pellegrini se disponía a nadar la final de los 200 libre, que contaba con la baja ya sabida de Katie Ledecky, que sigue con problemas de salud y su presencia en el campeonato sigue siendo una incógnita. La italiana se había subido a todos los podios en los últimos siete Mundiales en la prueba de 200 libre: oro en 2009, 2011 y 2017, plata en 2005, 2013 y 2015 y bronce en 2007. Y, ahora, hay que sumarle el oro 15 años después de que irrumpiera en los Juegos con una plata. 

La prueba de los 200 libre puede resultar una trampa. Medir bien los parciales para no descolgarte de la cabeza y para tener fuerza en el último 50. Ese equilibrio te lo da la experiencia, y la italiana en ese aspecto, y en talento, va sobrada. Dio una clase magistral de cómo se nada esta prueba. Marcó 56.10 en el primer 100, ocupando la cuarta posición, a solo medio segundo de la australiana y campeona del 400 Ariarne Titmus. Y aceleró en el último 100, nadado en 58.12, la más rápida de las participantes (1:54.22). La australiana fue plata (1:54.66) y la sueca Sarah Sjöstrom se llevó el bronce (1:54.78).

A sus 30 años, Pellegrini sigue enamorado de la natación. En la piscina de Gwangju, cuando vio el marcador y apreció que había ganado, se quitó el gorro y empezó pedir los aplausos de la grada. Cuanto menos para una de las grandes leyendas del agua. El himno italiano ha hecho vibrar a los espectadores de la piscina de Gwangju.