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WATERPOLO | GWANGJU 2019

Perrone, el líder tranquilo que ya acumula nueve Mundiales

Lidera en el agua a la Selección de Martín. Reconocido en España y fuera, es el espejo a seguir para sus compañeros: "Es el mejor premio para cualquier deprotista".

Corea del Sur
Felipe Perrone.
Txema Morera.

Antes de los partidos de la Selección masculina de waterpolo, Felipe Perrone reúne a sus compañeros en un corrillo junto a la portería defendida por Dani López-Pinedo. Todos guardan silencio y el jugador de 33 años dice las últimas palabras antes de la batalla. “Intento ser creativo, aunque no siempre se puede, y focalizarme en algún aspecto importante del partido. Ante Serbia les dije que los detalles iban a ser importantes, que no se preocuparan del resultado si no de hacer perfectamente cada acción del juego. Y les puse como ejemplo el día de Hungría, que perdimos”, cuenta desde la villa en Gwangju.

El hispanobrasileño lleva prácticamente jugando a waterpolo desde que nació y es imposible que se acuerde de todos los partidos que ha disputado. Llegó a España en 2002 con apenas 16 años y pronto ya fue jugador de la Selección. “Llevo nueve Mundiales, y algo de experiencia tengo”, dice sonriendo. Ha jugado con España y con Brasil, para vivir en 2016 los Juegos de Río, su ciudad de nacimiento, y también ha competido en Italia y Croacia. Se pasea por la piscina de Gwangju y es el jugador más solicitado por la prensa extranjera. Para David Martín, que jugó con él y lo conoce perfectamente, Perrone es su prolongación en el agua.

“Con David mantenemos la distancia sana que debe haber entre entrenador y jugador, pero es una persona que conozco muy bien y desde hace tiempo, y eso ayuda siempre a entenderlo y tener mejor comunicación”, comenta. Y reconoce que tiene que asumir ese rol de trasladar las consignas tácticas al agua. “Yo lidero más en el juego, no soy de hablar mucho fuera o de hacer charlas con mis compañeros. De eso se encargan más Fran Fernández y Dani López-Pinedo, que junto conmigo somos los veteranos. Yo siempre digo que la mejor manera de llegar a un compañero es dando ejemplo”, comenta. “Hay muchos tipos de líderes”, añade: “Y yo prefiero asumir la responsabilidad dentro del juego, soy así".

Un espejo para sus compañeros

En un deporte de contacto, Perrone es el cerebro de la España de Martín, un jugador que lleva el ritmo del partido, inteligente, gran defensor y artillero cuando debe asumir los lanzamientos. Ante Serbia, por ejemplo, se encargó de secar a Mandic, su estrella, y en ese aspecto se empezó a fraguar la victoria. Todo esfuerzo por el bien del grupo, pues Perrone además es un referente para los jóvenes, que siempre vieron en él un espejo en el que mirarse.

“Lo mejor que le puede pasar a un deportista es tener el reconocimiento de sus compañeros. Cuando comencé con ellos este proyecto me sentí muy cómodo, nos llevamos todos muy bien y cuando saltamos al agua no solo jugamos para ganar, hay un lazo más fuerte que es la amistad”, reflexiona desde la villa coreana después de haber sacudido a Serbia y esperar la semifinal ante Croacia. Seguramente ya le está dando vueltas a la charla que le hará a sus compañeros antes de intentar batir a la campeona del mundo.