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WATERPOLO | GWANGJU 2019

Hungría le gana a Corea 64-0: la mayor paliza de la historia

Era el debut de la Selección femenina en el Mundial de Gwangju y las estadísticas fueron escalofriantes. La FINA está molesta con la actitud magiar.

Corea del Sur
Empezó el torneo femenino.

64-0. Dos goles cada minuto. 90 por ciento de efectividad en lanzamientos. Solo dos tiros recibidos. Hungría vapuleó a Corea del Sur en su debut en el Mundial de Gwangju en la mayor paliza de la historia de este deporte en competiciones que organiza la FINA. Un resultado que pone el debate sobre los criterios a la hora de escoger los equipos clasificados para este campeonato, con la voluntad de la federación de premiar a conjuntos anfitriones y de otros continentes menores.

Los aficionados que se citaron en la piscina de la Universidad de Nambu no dieron crédito a tal paliza, y las magiares tampoco pisaron el freno porque la diferencia entre ambos conjuntos era abismal. 16-0 en el primer parcial, 18-0 en el segundo, 16-0 en el tercero y 14-0 en el último. El récord estaba en estos momentos en manos de Yugoslavia y Guatemala, cuyo resultado fue de 62-0 en la Universiada de Japón de 1985.

Las reacciones no se han hecho esperar en el mundo del waterpolo. Dani Ballart, ex jugador español y ahora en Egipto, comentó en su cuenta de Twitter que "lo comenté el Europeo del pasado verano cuando Turquía sufrió 99 goles en tres partidos y su capitana rompió a llorar después de jugar contra nuestras chicas. El formato de competición no es correcto. Holanda hoy ganó 33-0 a Sudafrica. Otro error. Competir 16 equipos es un disparate".

El acta del partido.
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El acta del partido.

A las palabras de Ballart se unieron las de Gaspar Ventura, ex responsable del Área de waterpolo de la RFEN, quien añadió que "estoy plenamente de acuerdo. Hay enfrentamientos que no se deberían producir y si no hay nivel para tantos equipos juegan menos. No es un pecado reconocerlo. És poco creíble que esto sirva de promoción a los países débiles".

Lo cierto es que Hungría optó por hacer un pressing intenso en toda la piscina, lo que, añadido a las dificultades técnicas de Corea, provocó que prácticamente no pudieran realizar ningún ataque. De hecho, las húngaras no tuvieron exclusiones, como refleja la ficha del partido. Esta actitud molestó a la FINA, que no creía que sucedería este ensañamiento ante la anfitriona.