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WATERPOLO | GWANGJU 2019

Maica, a contrarreloj en su regreso a un Mundial

La boya española, operada de un dedo, viaja a Gwangju con la esperanza de poder jugar. "Quizás me reservan para la siguiente ronda", comentó.

Corea del Sur
Maica García.
Quique García.

A las puertas del Mundial de Budapest, hace dos años, cuando la Selección femenina de waterpolo se alzó con el subcampeonato, Maica García le comunicó a Miki Oca que no contara con ella. Había sido una década de torneos veraniegos, de exigencia en el CN Sabadell y en la Selección, de pelearse con las mejores boyas del mundo. La española necesitaba un reset. Le vino bien el descanso, pero ahora una lesión fortuita en un dedo de su mano derecha pone en peligro su participación en plenas condiciones en Gwangju.

"Puedo llegar, pero no sé a qué partido. Fue una noticia dura, no veía opciones, pero los médicos me dieron esperanzas y pelearemos. Quizás apuraremos. Creo que me puede reservar para semifinales o cuartos", argumentó la boya española, tan determinante en el agua como líder en el vestuario. Lo cierto es que esta lesión en el dedo (fractura del cuarto metacarpo) ha supuesto su primera visita al quirófano: "Poca cosa me ha pasado por la posición en la que juego. Estaba con miedo por la operación, me daba más pánico la anestesia que la lesión".

Maica García considera que la Selección es aspirante a las medallas, como ocurre en cada campeonato desde Londres 2012, pero que el nuevo reglamento abre un escenario nuevo. "Se mantiene el estatus, pero ha cambiado la normativa y eso repercutirá. Algunos países les va mejor que a otros". Y pone el ejemplo de Estados Unidos: "Sigue ganando, pero no con tanta diferencia. Quizás los equipos menos tácticos están más encima de ellas".

España, un país con jugadoras muy técnicas y rápidas, capaces de adaptarse a varias posiciones, le viene bien este cambio de normativa en el que el juego se acelera y los partidos aumentan la cifra de goles marcados. "Creo que a nosotras nos va mejor porque somos jugadoras con dinámica, con técnica y nos movemos constantemente. Tenemos, además, mucho gol y somos efectivas. Quizás el único inconveniente es el físico, pero al final este juego te llevará a ser dinámico e inteligente".

Desde los tres años, cuando ambas, nacidas en 1990, se apuntaron a nadar al CN Sabadell, los caminos de Mati Ortiz y de Maica han ido de la mano. Pero ahora, después de una década en el equipo nacional, la sabadellense se ha quedado fuera de los planes de Miki Oca. "Ley de vida", resume Maica, quien califica a su amiga de "una señora dejando el equipo, todas tenemos que prepararnos para cuando nos llegue el momento".