Munarriz y Mallarach lideran un triunfo de prestigio ante Italia
Entre ambos anotaron nueve de los 14 goles que marcó la Selección masculina de waterpolo a su rival en el torneo de Portugalete (14-12). Un triunfo de nivel.
El partido estrella del torneo de Portugalete no decepcionó. No hay amistosos en los España-Italia de waterpolo, un clásico como en la final de Barcelona '92 o en las semifinales del último Europeo, en las que los chicos de David Martín se impusieron en un emocionante encuentro que les llevó a la final. En esta fresca tarde de viernes derrotaron por 14-12 en un partido intenso y emocionante, que deparó una buena versión de los españoles, capitaneados por sus dos francotiradores, Munarriz y Mallarach, con cinco y cuatro goles respectivamente.
Italia dominó el primer parcial. Salieron fuertes los de Campagna, con un claro 2-4. Más agresivos en defensa y certeros en ataque, solamente la parte derecha española, gracias a la brillante zurda de Mallarach, logró ver portería. Martín dejó sin jugar a Álvaros Granados y sus chicos ya se habían entrenado a las 8:30 de la mañana y por la tarde, por lo que la carga de trabajo era elevada. Pero lo mejor del partido estaba por llegar.
El segundo cuarto fue una oda al waterpolo de ataque, cada vez más dinámico con la adaptación de sus protagonistas a las nuevas normas. El marcador habla por sí solo (7-5) en solo ocho minutos, para un 9-9 con el que se llegó al descanso. Munarriz tiró del carro desde la posición de cuatro, mientras que Mallarach siguió con su efectividad (5-5) en una superioridad española. Barroso, con un soberbio lanzamiento, puso a España por primera vez por delante (6-5).
El toma y daca fue la constante. Italia dispuso de dos penaltis que transformaron Luongo y Di Somma, mientras que Tahull aportó desde la boya, así como Adrià Delgado, que anotó otros dos tantos. Munarriz levó el 11-9 al final del tercer cuarto, en un parcial más comedido y más táctico. La victoria no se iba a escapar, un golpe de autoridad aunque sea en un torneo, pero que deja claro el crecimiento español a las puertas del Mundial de Gwangju.
En el último parcial las fuerzas se igualaron, pero un gol de Adrià Delgado, autor de tres, en el último minuto dio la tranquilidad a los chicos de Martín. Hubo nervios y tensión arbitral, lo que refleja el carácter competitivo de dos equipos que darán de que hablar a partir del día 15 de julio en Gwangju.