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ATLETISMO

Semenya pierde la batalla con la IAAF y deberá medicarse para rebajar su testosterona

El TAS emitió el fallo y da la razon a la IAAF en su norma sobre el hiperandrogenismo por la que las atletas deben rebajar a 5 nanomoles sus niveles de testosterona para competir.

Semenya pierde la batalla con la IAAF y deberá medicarse para rebajar su testosterona
STRINGERAFP

El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) emitió el veredicto sobre uno de sus casos más controvertidos. Dio la razón a la IAAF y Caster Semenya perdió. La atleta tendrá que reducir su testosterona a cinco nanomoles por litro para adecuarse a la norma de hiperandrogenismo de la Federación Internacional, que establece que por encima de esos niveles no se podrá competir en categoría femenina en distancias desde 400 hasta la milla, justo las que corre la sudafricana, de 28 años y doble campeona olímpica de 800. Para ser apta para competir debe rebajar los niveles (con medicación hormonal) durante al menos seis meses.  La IAAF ya ha comunicado que esta norma entrará en vigor a partir del 8 de mayo y anunció que habrá que ceñirse a la norma para competir en los Mundiales de Doha (de 27 de septiembre al 6 de octubre). 

La IAAF, que agradeció al TAS el veredicto, había anunciado esa norma para las atletas DSD (Desarrollo Sexual Diferente) en abril de 2018 y Semenya, que se veía afectada directamente, decidió llevar el asunto al Tribunal de Arbitraje, que hizo una vista de cinco días y reconoció que era "uno de los casos más complejos" a los que se había enfrentado. El veredicto se pospuso en varias ocasiones y este 1 de mayo se ha tomado esta decisión.

"El panel de expertos encuentra la normativa para las atletas (DSD) discriminatoria, pero también, por las evidencias que han mostrado las partes, se considera que esa discriminación es necesaria, razonable y proporcional para preservar la integridad del atletismo femenino en determinadas pruebas", decía la resolución del TAS.

El Tribunal también mostró "su preocupación" con diversos aspectos de esta norma. Uno es a la hora de aplicar está reglamentación DSD por los períodos de cumplimiento de las atletas en los niveles establecidos y la posibilidad "involuntaria" de que no cumplan. Otro, por los posibles efectos del tratamiento hormonal y también por la dificultad de concretar las evidencias de las ventajas de las atletas DSD. Incluso sugiere que la IAAF retrase la implementación de la norma hasta que no haya más evidencias en el caso del 1.500 y la milla.

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LAURENT GILLIERONEFE

"La norma es discriminatoria, pero es una discriminación necesaria"

TAS

Pero la realidad, es que la Federación Internacional ofrece "un período de una semana" para que las atletas DSD comiencen su tratamiento y la norma entra en vigor el 8 de mayo, si bien tendrán todavía permiso para competir, con más de cinco nanomoles, en la Diamond League de Doha de este viernes. 

La defensa de Semenya consideró la norma "hiriente y discriminatoria" y la atleta ha tenido el apoyo incluso del gobierno de Sudáfrica y de la ONU, pero finalmente la IAAF ha ganado la batalla. La IAAF considera que las atletas DSD que superan los más de cinco nanomoles de testosterona por litro de sangre "aumentan entre un 12% y 26% su fuerza y en 7,8% sus niveles de hemoglobina". Semenya y la Federación de Sudáfrica tiene ahora un plazo de 30 días para apelar el veredicto ante el tribunal que forman la australiana Annabelle Bennett, el canadiense Hugh Fraser y el suizo Hans Nater. La decisión fue por 2 a 1.  "A veces es mejor reaccionar sin reacción", tuiteó crípticamente la sudafricana. 

En caso de ceñirse a la norma, Semenya y el resto de atletas DSD, con las que se pretende llevar el asunto "con discreción", deberán someterse regularmente a controles sobre sus niveles de testosterona y también pueden ser testadas por sorpresa. Si durante los seis meses no se cumple con el umbral por debajo de los cinco nanomoles, la IAAF se guarda el derecho a declarar no elegibles a dichas atletas para la competición femenina. Otra opción pasaría por cambiarse de distancia, como ya hizo Semenya en los Nacionales de Sudáfrica, en los que corrió el 5.000. Todo, tras una norma que cambiará la competición femenina conocida hasta ahora.